El Gobierno no encuentra muchos apoyos en su política de diálogo con la Generalitat y las fuerzas independentistas. El PDECat y ERC la consideran insuficiente y de momento mantienen su rechazo a los Presupuestos de este año. El PP y Ciudadanos acusan a Pedro Sánchez de traicionar a España. E incluso dentro del PSOE hay abundantes voces críticas, desde la andaluza Susana Díaz a los socialistas extremeños, que el jueves, en el parlamento autonómico, votaron a favor de una resolución que pide aplicar ya el artículo 155 de la Constitución. Pero el Ejecutivo va a mantener un rumbo en el que confía que le sirva para aprobar las cuentas públicas, algo que insuflaría oxígeno a Sánchez, y que, según insisten en la Moncloa, es el único posible.

Frente a Pablo Casado, Albert Rivera y algunos importantes barones socialistas, la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha mostrado este viernes su contundente rechazo a reactivar la suspensión de la autonomía catalana. "Hay que avanzar. El camino es complejo, como estamos viendo, pero hay convicción por parte de ese Gobierno para seguir ese camino. Está dando resultados. No estamos en el mismo sitio que hace un año. Y ese camino gana adeptos. Sería inconstitucional pensar en la aplicación del artículo 155 en estas circunstancias. Además de que no conduciría a una salida política, sería una usurpación del poder autonómico", ha señalado la también ministra de Educación, recordando que en el 2017, cuando se puso en práctica por vez primera el 155 con el apoyo del PSOE, sí hubo una ruptura del orden constitucional. Ahora, en cambio, no la hay, insiste el Gobierno.

Así que el Gobierno continuará por ese camino. Tras la reunión del jueves entre la vicepresidenta, Carmen Calvo; su homólogo en la Generalitat, Pere Aragonès, y la 'consellera' de Presidència, Elsa Artadi, en el que se acordó la creación de dos mesas de diálogo sobre Cataluña (una entre instituciones y una segunda entre partidos), habrá otro encuentro similar el viernes de la semana que viene en Barcelona.

LOS PRESUPUESTOS

La posibilidad de que ERC y el PDECat apoyen los Presupuestos sobrevuela la cita. Los escaños de republicanos y posconvergentes son indispensables para sacar adelante las cuentas públicas, ante el rotundo rechazo del PP y Cs al proyecto del Gobierno. Frente a la oposición, que acusa a Sánchez de vender España para mantenerse en la Moncloa, Celaá ha insistido en que el hipotético respaldo independentista no supondrá que el Ejecutivo conceda algo a cambio en el plano territorial.

"No hay contrapartidas a la negociación de los Presupuestos salvo el contenido de los propios Presupuestos, que es suficientemente importante como para recabar los apoyos no solo de los independentistas, sino de todas las fuerzas políticas. Pero otras contrapartidas, no", ha señalado la portavoz del Gobierno. Aun así, la ministra ha reconocido que las cuentas pueden servir "para encauzar la crisis catalana". El proyecto del Ejecutivo eleva la inversión en Cataluña un 52% respecto a lo contenido en las cuentas del 2018, hasta un total de 2.051,38 millones de euros, acercándose a la previsión del Estatut pero son cumplirla del todo.