El 8-M más atípico de los últimos años, con movilizaciones prohibidas o distancia social, lo ha sido todavía más en el Gobierno. En las últimas semanas, el ambiente en la coalición se ha ido caldeando y socialistas y morados llegaron a la celebración del Día Internacional de la Mujer en plena escalada tensiones. Las discrepancias por la ley del 'solo sí es sí', la ley trans o la ley de igualdad de trato llevaron a los socios hasta el punto de sabotearse mutuamente en el Congreso hace unas semanas, pese a que las iniciativas citadas deberían haber sido las estrellas de una jornada de reivindicación como la de este lunes. Sin embargo, Pedro Sánchez intento templó gaitas este lunes y llamó a "acelerar la agenda feminista". En un discurso desde el Ministerio de Igualdad, el presidente del Gobierno dejó caer ante parte de la cúpula de Podemos la necesidad de aparcar las discrepancias, escenificadas habitualmente en la difícil relación entre Carmen Calvo e Irene Montero, y trabajar de manera coordinada para cumplir el acuerdo de coalición.

"No vamos a dar ningún paso atrás, al revés, daremos muchos pasos adelante a lo largo de esta legislatura, hasta el año 2023, cumpliendo con nuestra agenda, sin hacer caso a tanto ruido, unidas con hechos. Porque en este Gobierno, la igualdad son hechos", sentenció Sánchez. Su mera presencia en el acto organizado por el ministerio que lidera Montero con motivo del 8-M ya dejó clara su intención de rebajar los roces.

En lo que pareció un gesto de buena voluntad con los morados, el jefe del Ejecutivo anunció la proximidad de la aprobación en el Consejo de Ministros de la conocida como ley del 'solo sí es sí'. La norma lleva provocando grietas en la coalición desde hace más de un año, cuando Montero presionó para aprobarla antes del anterior 8-M, pese a la negativa de Calvo y del ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, que alegaban defectos de forma y problemas técnicos relevantes. "Ministra, estoy convencido de que dentro de muy poco vamos a poder aprobar definitivamente esa Ley del 'sí es sí' para que solo el 'sí' sea 'sí", dijo.

Además, mencionando el intento de asesinado de una mujer en Massamagrel (Comunitat Valenciana) que se produjo este lunes, Sánchez insistió en que "la respuesta solo puede ser acelerar la agenda feminista". A renglón seguido, el líder del PSOE aprovechó para advertir de la amenaza que supone el discurso "de odio" de Vox y subrayó que en el Ejecutivo van a seguir trabajando "por un mundo libre de machismo".

El entendimiento y la ley trans

Calvo y Montero también aprovecharon la jornada para rebajar el tono de los últimos días. La vicepresidenta primera aseguró que su relación con la dirigente de Unidas Podemos no difiere de la que mantiene con ningún otro ministro y que forma parte de su trabajo el enmendar los textos legislativos de sus compañeros.

La responsable de Igualdad también quitó hierro a los enfrentamientos y rechazó "personalizar las tensiones" en Calvo. "Con ella tengo buena relación y así seguirá siendo", sostuvo. Preguntada por la ley trans y el PSOE, Montero apuntó que "colaborar nunca ha sido un problema", aunque sostuvo que las tensiones en la coalición se deben a que los socialistas incumplen el acuerdo de coalición. Sin embargo, sus socios no son los únicos que se oponen a la libre autodeterminación de género, recogida en su propuesta para la ley trans. Dentro de Unidas Podemos, un grupo de militantes ha impulsado un manifiesto en contra.

Pese al tono conciliador en ambos sectores, las diferencias siguieron latentes. A primera hora de la mañana, Calvo aplaudió la decisión de la Justicia de mantener la prohibición de manifestarse en Madrid debido a que, como ocurrió otros años, las movilizaciones en la capital podían ser masivas. Montero, a la que la Comunidad de Madrid prohibió participar en una charla en un colegio público de San Blas, lamentó el veto a las feministas.

Críticas y reproches

El líder del PP, Pablo Casado, aprovechó estas discrepancias para atacar al Gobierno. "Este el peor gobierno que hemos tenido en la defensa de la igualdad de todas las mujeres españolas", sentenció en el acto celebrado por su partido con motivo del 8-M. La presidenta de Cs, Inés Arrimadas, aplaudió los éxitos conseguidos en España, pero dejó claro que la "igualdad real" está aún "muy lejos". Quien no celebró el 8-M fue el portavoz de Vox, Jorge Buxadé, que insistió en la idea de convertir esta fecha en el Día Nacional por las Víctimas del Coronavirus.