El Gobierno considera "razonable e inteligente" la decisión del Tribunal Supremo de retirar las órdenes europeas de detención contra Carles Puigdemont y el resto de exconsellers que permanecen en Bélgica. Lo dijo este miércoles en el Congreso el titular de Justicia, Rafael Catalá, que anunció, además, que el viernes planteará una reforma de la figura de la euroorden en una reunión prevista de los ministros de Justicia de la Unión Europea. Catalá quiere que se diagnostiquen "los problemas" que comporta y se busquen soluciones. "Algo no va bien", declaró a un grupo de periodistas, comentando el caso del expresident catalán.

El responsable del área de justicia sostuvo ante la prensa que el sistema para detener y entregar a los tribunales españoles a Puigdemont y sus compañeros fugados "no ha funcionado", porque a su juicio las órdenes de detención europeas no son ni "ágiles" ni eficaces". "Si los delitos no coinciden literalmente te pueden decir que no. Esto es un ejemplo práctico de que el sistema no es tan eficaz", afirmó Catalá.

La vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, por su parte, dijo que "entiende" la decisión del juez Pablo Llarena para que todos los miembros del destituido Ejecutivo catalán "estén en igualdad de condiciones" ante la Justicia.

EL POSIBLE GOLPE DE EFECTO DE PUIGDEMONT

Los avatares del expresident en Bruselas monopolizaron bastantes conversaciones en la recepción que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, ofreció a los invitados para celebrar los 39 años de la Carta Magna. La posible vuelta de Puigdemont a Cataluña no preocupa a Mariano Rajoy. "Que haga lo que quiera. Me trae sin cuidado", soltó a los periodistas cuando le preguntaron por ese posible golpe de efecto en plena campaña para el 21-D. "Todo el mundo, sea presidente o conserje, está sometido a las leyes", añadió.