Algo más de media hora ha durado la reunión que han mantenido esta viernes el presidente del Congreso, Patxi López, y el secretario de Estado de relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón. Ambos han coincidido en que la cita ha sido "muy agradable", pero en poco más. De hecho, uno y otro han tenido que reconocer ante los periodistas que se mantiene la situación de bloqueo existente por la negativa del Gobierno en funciones a someterse al control de una Cámara cuya composición, tras las elecciones del 20-D, no es la misma que la que le dio su confianza en 2011 y que hizo posible que llegara al poder el equipo de Mariano Rajoy.

En este contexto, y si no hay novedades de última hora, el conflicto entre el poder Ejecutivo y el Legislativo parece avocado a dirimirse en el seno del Tribunal Constitucional, puesto que ya hay grupos, como el socialista, que han avisado de que no permitirán que no haya control parlamentario y que recurrirán al Alto Tribunal si es necesario. El propio López, por su lado, ha sugerido en su rueda de prensa que debiera ser el propio Gobierno en funciones -que se dice seguro que "ni debe ni puede" someter al control de la Cámara actual según los informes jurídicos que maneja- quien consultara en el TC. Se da la circunstancia de el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, se ha mostrado partidario públicamente de que sea el Constitucional quien marque el camino.

VERSIONES DISTINTAS

Curiosamente, Ayllón ha asegurado que acudió a su cita con López con la intención de estudiar algunas sugerencias que, sobre el nivel del control al que pudiera someterse un Gobierno en funciones de acuerdo con la ley que lo regula, se le pudieran plantear. Pero que el presidente del Congreso, según su versión, no ha movido ficha en este sentido. Sin embargo, el presidente del Parlamento afirma haberle aclarado al secretario de Estado que el control que se le está exigiendo al gabinete de Rajoy respondería siempre a las decisiones que haya tomado estando en funciones, y en ningún caso a la etapa anterior y que, para tener garantías, estaría dispuesto a que se repasasen previamente las cuestiones antes de que fueran calificadas y repartidas en los plenos.

La vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, ha sido muy dura a la hora de valorar el choque institucional tras el Consejo de Ministros, poniendo en duda la imparcialidad de López y reclamando desde la Moncloa que Rajoy siga siendo presidente gracias a un acuerdo con el PSOE. Es decir, la llamada gran coalición. "El mes de abril debería ser un mes para que haya un Gobierno del partido más votado apoyado por el segundo grupo de la Cámara. Sin embargo, se pide que sea el de la oposición al PP", ha señalado Santarmía, que ha pedido al presidente del Congreso que "recuerde" que los diputados populares también forman parte del Parlamento. "La Cámara somos todos", ha dicho.