La magnitud de los altercados en Cataluña, y el hecho de que los objetivos asediados fuesen las delegaciones del Gobierno llevó a la Moncloa a emitir un comunicado a última hora para prometer que garantizará "en todo momento la seguridad y la convivencia en Cataluña", y que "lo hará si es preciso siguiendo su compromiso de firmeza, proporcionalidad y unidad". Una advertencia que, sin embargo, buscaba aplacar las airadas voces que desde la derecha comenzaron a exigir al jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, que tome cartas en el asunto catalán.

De hecho, la nota del Gobierno fue un gesto de apoyo a la labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, algunos de cuyos agentes resultados en los disturbios. De todos los cuerpos sin excepción, porque el comunicado ensalzaba "la coordinación y el trabajo conjunto" de los Mossos, la Policía Nacional y la Guardia Civil en Cataluña.

"Minoría violenta"

El tono más contundente lo empleó la Moncloa contra los radicales que provocaron los incidentes: "Una minoría esta queriendo imponer la violencia en las calles de las ciudades catalanas. Es evidente que no estamos ante un movimiento ciudadano pacifico, sino coordinado por grupos que utilizan la violencia en la calle para romper la convivencia en Cataluña".

Frente a esta violencia, "el objetivo del Gobierno de España es y será en todo momento garantizar la seguridad y la convivencia en Cataluña", subrayó el Ejecutivo de Sánchez poco después de que representantes de PP y Cs salieran en tromba a exigirle al líder del PSOE que tome medidas tan contundentes como la aplicación de la ley de seguridad nacional.

Derecha airada

Eso es exactamente lo que reclamó el presidente del PP, Pablo Casado: "Ante los violentos disturbios que elevan la tensión en Cataluña, Sánchez debe activar la ley de seguridad nacional para que ningún cuerpo policial esté sujeto a directrices de los independentistas y se proteja su integridad. Es urgente garantizar la seguridad y el orden público". La aplicación de la ley de seguridad nacional es una de las opciones que Sánchez sopesaba, pero solo en caso de que los Mossos no actuasen de manera diligente ante las protestas.

En la misma línea fue el líder de Cs, Albert Rivera: "Lo que estamos viendo es inadmisible. Sánchez no puede seguir impasible ante esta ola de violencia que está sembrando el caos. Se lo advertimos, se veía venir hace tiempo, va tarde. Tiene que actuar y proteger a los ciudadanos de los radicales separatistas".