Un día después de la crucial reunión entre el PSOE y ERC, el Gobierno se siente cerca de la reelección de Pedro Sánchez. La ministra portavoz, Isabel Celaá, ha transmitido su optimismo este viernes, en un claro cambio de tono respecto a comparecencias anteriores. Hasta el momento, el Ejecutivo se movía con cautela. Ahora ve muchas posibilidades de que la legislatura eche a andar antes de Navidad, en la tercera semana de diciembre, momento en el que los socialistas esperan que tenga lugar el debate en el Congreso.

"No iremos a una investidura fallida", ha señalado Celaá tras el Consejo de Ministros. La frase, explican en la Moncloa, significa que el Gobierno no pondrá fecha al debate hasta que tenga asegurada el apoyo de los minoritarios no nacionalistas y la abstención de ERC, la parte más complicada de esta ecuación parlamentaria. Pero también, continúan las mismas fuentes, alude a los buenos augurios que maneja el Ejecutivo.

"Es esperanzador que se estén manteniendo los puentes de diálogo. Es el momento de mostrar una apuesta por la convivencia", ha señalado la también ministra de Educación sobre el encuentro entre socialistas y republicanos, en el que ambas formaciones mostraron su disposición a encarar el "conflicto político" en Cataluña y se citaron para una nueva reunión el próximo martes.

TONO CONCILIADOR

Celaá, a diferencia de muchas otras ocasiones, ha evitado el tono duro con el independentismo. Horas antes, en una entrevista en 'Onda Cero', el ya exministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, había rechazado que ERC fuese una fuerza "progresista", debido a su "nacionalismo irredento". Pero la portavoz se ha alejado de esta tesis. "No entramos en esas calificaciones. Queremos consolidar un diálogo que propicie la posibilidad de tener un gobierno", ha dicho.

Al mismo tiempo, la ministra ha evitado anunciar que acudirán al Tribunal Constitucional frente a las resoluciones que el pasado martes aprobó el Parlamento, que insistían en la autodeterminación y reprobaban de nuevo a la Monarquía. La respuesta de la Moncloa, ha dicho, será estudiada en el próximo Consejo de Ministros. En otras ocasiones, ante iniciativas de este tipo por parte de la Cámara catalana, el Gobierno anunciaba nada más producirse la situación que iba a recurrir. Pero ahora la coyuntura es otra.