El Gobierno estima que la economía española creció el 2,6% en el 2018 -en línea con su última previsión oficial, de octubre- pero ha rebajado una décima su previsión de crecimiento del PIB para el 2019, hasta el 2,2%, y ha elevado en dos décimas la estimación de la tasa de paro del año próximo, hasta el 14% de la población activa.

Y todo ello, según la ministra de Economía, Nadia Calviño, como consecuencia de «la política fiscal más dura y el ajuste más fuerte» que se deriva de tener que asumir en el 2019 un objetivo de déficit más exigente (1,3% del PIB) que el que pretendía el Gobierno (1,8%) y que fue vetado por el PP en el Senado.

Así lo explicó ayer la ministra de Economía, en una entrevista en RNE, donde avanzó las principales líneas del cuadro macroeconómico que acompañará al proyecto de Presupuestos el Estado para el 2019 que el Consejo de Ministros prevé aprobar este viernes. Además de mantener la previsión de crecimiento del 2,6% para este año y de rebajar en una décima la del año próximo, hasta el 2,2%, el cuadro macro también incluye la previsión de creación de 800.000 puestos de trabajo en el conjunto del 2018 y el 2019, de modo que la tasa media de paro se situará este año en el entorno del 15,5% de la población activa y bajaría al 14% el año próximo, dos décimas por encima de la previsión anterior, del 13,8%.

La ministra explicó que la evolución de la economía sorprendió favorablemente en el cuarto trimestre del 2018 y que, de no haber sido por la necesidad de asumir un mayor ajuste fiscal, el Gobierno «habría revisado al alza el crecimiento previsto para el 2019», por encima del 2,3%, en lugar de rebajarlo, al 2,2%.

Funcionarios / Encajar las cuentas dentro de un objetivo de déficit del 1,3% del PIB (en lugar el 1,8% que pretendía el Gobierno) implica un ajuste adicional de unos 6.000 millones de euros en las cuentas de Estado, Seguridad Social y autonomías, con el consiguiente lastre sobre el crecimiento.

En todo caso, Calviño opinó que un crecimiento del 2,2% para el año próximo constituye una tasa muy notable. «España sigue con un crecimiento sólido, muy por encima de los países de nuestro entorno, pero lamentablemente se ve afectado por ese mayor ajuste fiscal que debemos incorporar a los presupuestos».

Si se cumple la estimación de un crecimiento de la economía del 2,6% en el 2018, los empleados públicos podrán acceder a partir del próximo mes de julio a una subida adicional de su sueldo del 0,25% que se sumará al 2,25% que se aplicará ya en enero. Para el 2020, la situación se complica. Si, como ahora prevé el Gobierno, la economía crece en el 2019 menos del 2,5%, los sueldos públicos del año siguiente (2020) no serán premiados con el plus previsto del 1%, sino con otro menor.