El Gobierno no tomará en consideración la última propuesta de Pablo Iglesias, que trata ahora de negociar volviendo a la oferta de coalición que el PSOE puso sobre la mesa en julio y que entonces rechazó. Ni ese movimiento, ni tampoco el agrio encontronazo vivido en el Congreso el jueves han movido la posición de Pedro Sánchez. El presidente en funciones sigue determinado a plantear como punto de encuentro un programa con 300 medidas que presentará el próximo martes, aunque sabe bien que los morados no están dispuestos a entregar una investidura «gratis» y, menos todavía, a pactar un paquete de políticas para que el PSOE ponga su sello sobre propuestas moradas.

«No podemos volver al tiempo pasado, que no fue mejor, los trenes pasan, elegir es renunciar, eligieron decir no a la coalición so pretexto de que la oferta era decorativa», argumentaba ayer la portavoz gubernamental, Isabel Celaá, insistiendo en la imposibilidad de tener unos aliados en la Moncloa que hagan un Ejecutivo a la sombra o busquen «la crítica». Hacía referencia implícita al clima de hostilidad que dejó en el Congreso el choque abrupto entre PSOE y Unidas Podemos, un enfrentamiento sobre el que el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, reflexionó mencionando la «campaña electoral».

Fuentes del Gobierno explican a este diario que, si bien la intervención del PSOE fue dura, Podemos se equivocó porque al replicar con más vehemencia y enredarse en el fuego cruzado complica todavía más el clima de diálogo para conseguir la coalición que pretenden. Los socialistas creen que el enfado monumental de la portavoz morada, Noelia Vera, evidenció ante la opinión pública que la cohabitación en la Moncloa es imposible.

RONDa DE CONTACTOS / Las negociaciones se retomarán el miércoles. Sánchez viajará previsiblemente a Bilbao para reunirse con el líder del PNV, Andoni Ortuzar, y a lo largo de la semana también se verá con eresponsables del Partido Regionalista Cántabro (PRC). Las anunciadas citas con ERC y JxCat siguen siendo una incógnita, pero el Gobierno sí ha adelantado que hasta la segunda semana de septiembre no habrá encuentros con PP, Ciudadanos y Podemos. ¿Por qué tan tarde? «Los tiempos los marca el presidente», responde Celaá.

La portavoz del Gobierno admitió ayer lo que era un secreto a voces. Si el presidente en funciones no obtiene de estos contactos el apoyo suficiente, no se someterá a un nuevo intento de investidura.