Los plazos no han variado a ojos del Gobierno. Cuando Pedro Sánchez se reunió con Quim Torra en Barcelona, el pasado 7 de febrero, el presidente anunció que la mesa de negociación con la Generalitat para abordar el «conflicto político» en Cataluña se iba a reunir a lo largo de este mes. Pero los días pasan y no hay ninguna convocatoria prevista, mientras se acrecienta el enfrentamiento entre JxCat y ERC. Tampoco se sabe quiénes participarán en esa primera cita, más allá de Sánchez y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, por parte del Gobierno, y Torra por parte del Ejecutivo catalán. Ante las dudas creadas, la ministra de Hacienda y portavoz de la Moncloa, María Jesús Montero, reafirmó ayer su apuesta porque el encuentro tenga lugar en febrero.

«El compromiso del Gobierno es convocar la mesa a lo largo de este mes», dijo Montero. Los gabinetes de Sánchez y Torra, añadió, mantienen los contactos para fijar el orden del día y los integrantes de la mesa. La ministra volvió a rechazar que un relator, o mediador, tenga un asiento en la mesa de negociación, pactada por el PSOE con los republicanos a cambio de su abstención en la investidura. «No entendemos que esa figura sea necesaria. Los relatores serán todos los ciudadanos, que serán testigos de los avances que se van a producir en esa mesa. No esperamos frutos al corto plazo, pero hay que buscar pasos de buena fe que permitan puntos de encuentro», explicó Montero. La Moncloa considera que JxCat debe dejar a un lado esta «estrategia electoral». Hasta ahora, Torra ha venido manteniendo una actitud entre escéptica y crítica ante la mesa de diálogo, y su exigencia de un relator supone un palo en la rueda.