El Gobierno ya tiene todo listo para la exhumación de Francisco Franco. El complejo proceso para sacar al dictador del Valle de los Caídos, retrasado varias veces, culminará esta semana. La fecha más probable para levantar la losa y transportar en helicóptero los huesos hasta el pequeño cementerio de Mingorrubio (Madrid) es pasado mañana, pero no se descarta que se retrase uno o días más, explican en la Moncloa, que ha decidido apurar los plazos de una decisión que los socialistas anunciaron que ejecutarían entre el 11 y el 25 de este mes.

La exhumación llega en un momento muy conveniente para el PSOE, con las elecciones generales del 10 de noviembre a la vuelta de la esquina, pero en una coyuntura complicada, como bien se admite desde el Ejecutivo.

El conflicto territorial en Cataluña, con sus continuas escenas de lanzamiento de adoquines y contenedores en llamas, con su reguero de heridos y detenidos, amenaza con eclipsar la iniciativa que pondrá fin a una anomalía de la democracia española: un dictador enterrado en una «tumba de Estado», bajo una cruz de 150 metros de altura, muy cerca de sus víctimas en fosas comunes. La medida más simbólica y de mayor alcance internacional de Pedro Sánchez puede quedar así en un segundo plano, ante la virulencia de lo que ocurre cada noche en las principales ciudades catalanas.

Entre tanto, los preparativos para la exhumación continúan en el Valle de los Caídos, ayer con la incorporación de una pequeña grúa que se suma a la maquinaria desplegada. La Guardia Civil ha extremado el cierre del Valle en previsión de nuevos incidentes con franquistas que quisieran infiltrarse para intentar impedir la exhumación.

COLAS EN LA ENTRADA / El blindaje llegó a ser tal que ayer por la mañana, antes de la habitual misa que celebran los frailes benedictinos del Valle por los caídos, se formaron importantes colas de vehículos ante la cancela del recinto monumental. Sufrió la cola incluso un autobús de turistas portugueses, a los que los agentes controlaron la documentación uno por uno.

Los frailes, ayer sí, pudieron celebrar misa en el interior de la basílica, según fuentes del grupo de visitantes, pero solo pudieron acudir a la ceremonia religiosa los alojados en la hospedería.

Grupos franquistas diversos se están concitando para una acción de protesta por lo que consideran una profanacion de la tumba de Franco. Pero, apurando el Gobierno el plazo, y sin tener todavía una fecha fija de la exhumación, estos grupos han cambiado el momento y lugar de su cita. Contribuye a ello también que la entrada del Valle se encuentra vallada y acordonada con cintas policiales por la Guardia Civil.

Los franquistas que participan en esta campaña, que se llaman a sí mismos «círculos patriotas», se habían citado para la noche de ayer en la entrada del Valle, una cuesta de asfalto entre pinares y ante un cancela de hierro junto a la carretera que une las localidades madrileñas de El Escorial y Guadarrama.

Pero trasladaron su punto de protesta del Valle a la colonia residencial madrileña de Mingorrubio, donde otra tumba espera los restos de Franco. La última hora que barajan para su movilización es 22/22, o sea las 10 de la noche del mañana, martes 22.