El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha enviado este jueves a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, una carta de queja tras la instalación, el pasado martes, de una placa ante la comisaría de Policía Nacional de Via Laietana que recuerda el edificio como centro de torturas del franquismo.

En su misiva, el ministro le admite en tono conciliador a la alcaldesa que "todas las instituciones" tienen "un deber de memoria para que nuestra historia pasada no se olvide, aunque sea una historia que muchos preferiríamos olvidar", pero le advierte de que "también es cierto que es peligroso identificar instituciones democráticas del Estado con un régimen político del pasado".

La placa se puede ver desde la mañana del día 26 en el 43 de la barcelonesa Vía Laietana, a 30 metros de la puerta del principal edificio de la Policía Nacional en Barcelona. Es la sede de la Jefatura Superior en la provincia, cuya puerta está custodiada permanentemente por agentes de uniforme. En catalán, castellano e inglés, un texto grabado en el atril relata al paseante que ese edificio fue sede de la Brigada Político Social y "centro de la represión franquista en Barcelona. Por sus insalubres y saturadas celdas pasaron decenas de antifranquistas que sufrieron todo tipo de torturas en los interrogatorios".

VALORES CONSTITUCIONALES

Grande-Marlaska le argumenta a Ada Colau que "desde 1978, con la llegada de la democracia y el Estado de Derecho, la comisaría de Vía Laietana es el lugar de trabajo de funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía que forman parte de una de las instituciones más valoradas por la ciudadanía; de unos hombres y mujeres cuyos valores son los recogidos en nuestra Constitución.

Más de dos tercios del personal destinado en ese edificio, según diversas fuentes policiales, nació después de la muerte de Franco, y la mayoría son catalanes de origen. La instalación de la placa ha disgustado a buena parte de los policías que trabajan en la Vía Laietana, máxime al haber sido colocada en plena etapa de tensión política por el juicio del procés.

En su carta, el ministro le dice a la acaldesa de Barcelona: "Hoy tenemos una policía democrática, que ha dado pruebas de ello, que ha pagado con vidas de hombres y mujeres la defensa del Estado de Derecho frente a la sinrazón del terrorismo. Y que garantiza un espacio público donde todos podemos ejercer nuestros derechos y libertades".

El titular de Interior termina su misiva con una sugerencia: "Creo que es justo que, igual que recordamos una parte funesta de la historia de España para conocer lo que sucedió, las instituciones públicas, entre las que está el consistorio que presides, reconozcan el trabajo presente de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y su incontestable contribución a la consolidación de nuestro sistema de derechos y libertades".