En esta nueva fase en la que se encuentra el juicio del 'procés' se están sucediendo los guardias civiles que estuvieron presentes en los registros del 20 de septiembre de 2017 o analizaron los correos electrónicos que enviaron o emitieron los acusados. Uno de ellos, un comandante, también examinó las comunicaciones que mantuvieron entre los Mossos d'Esquadra con su centro de mando y gracias a ello ha sostenido que "una orden que tenía prioridad sobre cualquier otra" era informar sobre los movimientos y la dirección de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

A partir de esos audios, el comandante concluye que hubo órdenes que "tuvieron que ser dadas verbalmente", como que el 1-O la prioridad era informar sobre el movimiento de los agentes de policía y guardia civil, un extremo que en su declaración ante el tribunal fue negado por el mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero, que trató de justificarlo como una información más que debía incluirse en las actas en las que se reflejaba lo ocurrido en cada centro de votación.

Para ahondar en sus explicacions, el testigo habló de seguimientos a convoyes para ver dónde iban, que se pasaron "placas de matrículas de vehículos camuflados para comprobar si eran un vehículo de la Policía o de Mossos" e, incluso, se llegó a decir por la emisora que se mandaran fotos. A través de estos audios, explica, hubo parejas de Mossos (binomios) que manifestaron que en algún centro les habían anunciado que la estrategia para evitar su cierre era colocar a niños y personas de edad avanzada.

También señaló que había "una unidad de acción entre los responsables del cuerpo y el mayor", y como ejemplo de ello puso un correo del 26 de septiembre en el que por primera vez se habló de "los principios de actuación" del cuerpo, haciendo referencia a lo ya hablado, sobre "convivencia ciudadana". A preguntas de la defensa de Forn, el testigo negó haber encontrado algún correo en el que el 'exconseller' diera una instrucción al mayor.

Pese a la dificultad de separar conocimiento de valoraciones a la hora de hablar de informes, el comandante fue explicando que en los correos aparece uno del comisario Manel Castellví del 29 y el 30 de septiembre en el que "se hace mención a que ya había locales que se iban a hacer servir como centros de votación, que ya estaban ocupados, y que había un llamamiento de ANC y Òmnium para que se fuera a custodiar centro del votación. Incluso que la CUP había dicho que las Fuerzas de Seguridad iban a encontrar muros humanos y que no descartaba acciones combativas". En su declaración ante el tribunal, Castellví declaró que se había advertido del riesgo de violencia al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont para proponer la desconvocatoria del 1-O.