Carme Forcadell ha recibido múltiples muestras de solidaridad desde que el miércoles la fiscalía se querellara contra ella, acusándola de "despreciar" la Constitución y querer "dinamitarla". Una de las últimas ha sido la de Pep Guardiola, que le quiso dar su apoyo aprovechando el partido de Champions que enfrentó a su actual equipo, el Manchester City, con el Barça en el Camp Nou.

"Muy contenta de poder saludar y recibir el apoyo del gran Pep Guardiola tras el partido Barça-Manchester", escribió Forcadell en su cuenta de Twitter, junto a una imagen con el exentrenador azulgrana, que cerró la lista de Junts pel Sí en las elecciones del 27-S. No fue la única muestra de solidaridad que la presidenta recibió en el estadio. La ANC, Òmnium Cultural, la Plataforma Pro Seleccions Esportives Catalanes y la asociación de juristas Drets repartieron unas 30.000 'esteladas' que se exhibieron antes y durante el partido en apoyo a la presidenta del Parlament, presente en el palco del Camp Nou.

"LO QUE DINAMITA EL ESTADO ES LA CORRUPCIÓN"

La Fiscalía Superior de Cataluña la acusa de "actuar con total desprecio a la Constitución de 1978" y "dinamitar el modelo territorial del Estado" por permitir la votación el pasado 27 de julio de las conclusiones de la comisión de estudio del proceso constituyente, según consta en la querella que se ha presentado este miércoles ante el Tribunal Superior de Justícia de Cataluña (TSJC). El texto sostiene que Forcadell, acusada del presunto delito de desobediencia y prevaricación, actuó "dinamitando el sistema de distribución de competencias establecido en el modelo territorial del Estado" y buscando "la derogación por la vía de hecho de la Constitución". "Lo que dinamita el Estado es la corrupción", ha respondido la presidenta.

Forcadell no se ha mordido la lengua, denunciando que en España "no hay separación de poderes" y señalando que en democracia tienen que ser los diputados, como representantes de la ciudadanía, los que pongan y quiten presidentes de parlamentos. Ha asegurado estar "muy tranquila" pese a la amenaza de inhabilitación. "Ni la contemplo porque seria un ataque muy grave a la democracia. Hice lo que tenía que hacer", ha dicho antes de decir que no tendrá problemas en ir a declarar donde sea.