La precampaña electoral ya nos ha traído una buena noticia: los sufridos votantes podrán pedir desde este martes al censo que no pase sus datos personales a los partidos para librarse del enojoso 'mailing' con propaganda política.

El problema es que, tras la última reforma, las formaciones políticas van a poder enviar sus programas y reclamos a los ciudadanos por medios electrónicos o sistemas de mensajería. Pero la batalla no está perdida. Aquí les explicamos cómo pueden sobrevivir al bombardeo político de estas elecciones de una forma sencilla y elegante.

Esta es la primera vez que los electores tienen derecho a dirigirse al censo para sortear la propaganda, ya que son los primeros comicios que se convocan desde la entrada en vigor el pasado mes de diciembre de la última reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG).

Esta modificación del artículo 39.3 de la Ley Electoral se incluyó en la nueva Ley de Protección de Datos, que amplió las gestiones que los electores pueden hacer ante el Censo Electoral permitiéndoles solicitar que excluyan sus datos de las copias que faciliten a los representantes de las candidaturas y que los partidos utilizan para el envío de sobres, papeletas y cartas de los candidatos.

VÍA INTERNET

Esta solicitud se puede tramitar desde este martes por internet, a través de la Sede Electrónica del Instituto Nacional de Estadística (INE), siempre que se esté en posesión del correspondiente certificado electrónico.

Además, la última reforma de la Ley de Protección de Datos creó un nuevo artículo 58 bis de la LOREG sobre la utilización de medios tecnológicos y datos personales en las actividades electorales, mediante el que se abría la puerta a la "recopilación de datos personales relativos a las opiniones políticas" por parte de "los partidos políticos en el marco de sus actividades electorales". Eso sí, se especifica que esta práctica "se encontrará amparada en el interés público únicamente cuando se ofrezcan garantías adecuadas".

PROPAGANDA POR WHATSAPP

Asimismo, serán los primeros comicios en los que los partidos podrán "utilizar datos personales obtenidos en páginas web y otras fuentes de acceso público para la realización de actividades políticas durante el periodo electoral", e incluso enviar propaganda electoral "por medios electrónicos o sistemas de mensajería" y contratar propaganda electoral en redes sociales o medios equivalentes, una práctica que, en ningún caso, tendrá "la consideración de actividad o comunicación comercial".

Los partidos que recurran a este tipo de "actividades divulgativas" deberán dejar claro "de modo destacado" que se trata de prácticas de "naturaleza electoral" y habrán de facilitar al destinatario de su propaganda la posibilidad de ejercer su derecho de oposición. Es decir, que los electores deberán poder solicitar de forma sencilla y gratuita que se les deje de enviar esa información electoral.