Mucho se ha escrito en la presente y la legislatura fallida sobre las relaciones contra natura entre los dos 'Hernando': el portavoz del PP, Rafael Hernando, y su homólogo en el PSOE, Antonio Hernando. Pese a las diferencias ideológicas, ambos han tejido una amistad que ha marcado las negociaciones y ha permitido fraguar acuerdos en el Congreso.

Una situación que probablemente no se repita cuando el líder electoPedro Sánchez nombre al sustituto de Hernando, quien el domingopresentó su dimisión, a sabiendas de que el renacido secretario general no le perdona que virara del 'no es no' a defender laabstención para permitir la investidura de Mariano Rajoy.

Con mucha probabilidad, Rafael Hernando echará de menos a su tocayo de apellido, con el que ha compartido mantel en varias ocasiones, la más sonada, cuando cenaron después del 20-D, en un momento que ganaba enteros un posible pacto entre Sánchez yPablo Iglesias.

"CON MAYOR CABEZA"

Sin rubor alguno, el portavoz popular ha evidenciado este miércoles su inclinación por Antonio Hernando, probablemente para marcar de paso distancias con Sánchez. En una entrevista en RNE, ha hecho un panegírico sobre las virtudes del hasta ahora su homólogo socialista, al que ha definido como "uno de los portavoces más sensatos y conmayor cabeza para pensar en los intereses de España".

Rafael Hernando ha llegado a decir que "gracias a personas como él el salario mínimo interprofesional ha subido el 8%" o se han llegado a acuerdos entre PP y PSOE para que las familias con menos recursos paguen menos en el recibo de la luz. "Ha sido una persona que ha elegido la política de diálogo y oposición útil y tiene que ser satisfecho", ha concluido.

Ante tantos elogios, le han recordado que Antonio Hernando, después de Sánchez, fue el máximo defensor del rechazo a Rajoy, antes de que el comité federal del PSOE forzara la renuncia del líder y cambiara de opinión. Pero el conservador no ha querido incidir en esa fase política y tan sólo ha reconocido que no iba a continuar con los elogios porque entonces el PSOE defenestraría a su antiguo portavoz y le "mandarán a la última fila".