La manifestación que la Asamblea Nacional Catalana organiza cada 11-S con motivo de la Diada amenaza con convertirse en otra escenificación de las tensiones que sacuden en los últimos tiempos al independentismo. Los exconsellers de ERC Josep Huguet y Anna Simó ya han anunciado que no acudirán al acto. Huguet no dudó en calificar en Twitter a la dirección de la ANC de «panda de exaltados», denunciando el clima «anti ERC» y acusando a la entidad de querer convertir la manifestación en un «aquelarre de purificación contra los traidores».

«No generalicemos unos tuits de dos personas que no están en órganos de partidos políticos», le contestó ayer Elisenda Paluzie, presidenta de la ANC, aseverando que no se trataba de excluir a nadie de la manifestación de la Diada a la vez que instaba a los políticos a «encajar la crítica».

La rueda de prensa que Paluzie y Marcel Mauri había convocado ayer para intentar exhibir unidad entre la ANC y Òmnium y para reinvindicar a los partidos que hicieran lo propio acabó monopolizada por el anuncio de Huguet y Simó. El exconseller, que recordó que lleva manifestándose desde los años 70, afirmó que solo reconsiderará su decisión si antes del 11-S la ANC pone fin a la «música antipartidos y especialmente anti ERC».

Poco después de ese tuit, otra exconsellera republicana, Anna Simó, anunciaba también en Twitter su decisión de no acudir tampoco a la manifestación de la ANC. La exvicepresidenta primera y exsecretaria primera del Parlament entre el 2012 y el 2017 será juzgada en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, junto a otros cinco encausados, por desobediencia, acusada de desoír las órdenes del Tribunal Constitucional que obligaba a la Mesa del Parlament a impedir cualquier iniciativa que supusiera desplegar la hoja de ruta unilateral independentista.