Miquel Iceta despierta hoy más simpatías en el Círculo Ecuestre que entre los círculos de Podem. En su búsqueda del voto catalanismo moderado trata de pescar en nuevos caladeros. Fiel a la máxima de Albert Einstein -"si quieres resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo"- se ha plantado en un entorno históricamente casi menos proclive al izquierdismo que los góticos al rosa chicle. Allí se ha presentado como el garante de un catalanismo moderado, líder del particular 'Junts pel Seny'. Una 'yenka' que ha puesto a prueba sus dotes de baile y de la que ha salido airoso y aplaudido de una plaza en la que ha arrancado más risas y aplausos que caras de escepticismo.

"Este público no es el habitual de los mítines socialistas. Gente que quizás no se había planteado que un candidato del PSC pudiera representarlos pero espero merecer su apoyo", ha disparado en su inicio en este club empresarial. Sagaz animal político, ha modulado su discurso a la audiencia. No solo con las referencias religiosas que, riéndose de si mismo, reconoce que añade cada vez más desde que tiene a Units per Avançar en sus filas. Sino sobre todo a la hora de poner el foco en términos económicos y tildando su acuerdo con los herederos de Unió como una 'join venture'. "Un lista en la que hay desde democristianos a comunistas presididos por un socialista", ha dicho ante de ironizar sobre uno de los puntos de divergencia con sus nuevos socios. "Que los democristianos que no ven bien el matrimonio gay tengan como penitencia un 'president' gay quizás es suficientemente generoso para perdonar otras discrepancias".

"Somos gente moderada", ha prometido, antes hacer suyo el lema de la bandera de Brasil, "orden y progreso", para sintetizar su propuesta. "La 'rauxa' está bien para carnaval. Hay que volver a la 'seny'". as preguntas han sido un poco afiladas, aunque sin veneno en la punta. "Usted habla muy bien y parece honrado. me ha hecho dudar y a lo mejor le voto", le ha comentado uno de los oyentes, ante de preguntarle que pensaba hacer con el "envenenamiento ideológico en los colegios" y el problema lingüístico, con el riesgo de "erradicación del castellano". Con cautela, le ha comentado que su idea era "no romper la ley educativa" evitando compartir las tesis del adoctrinamiento en las escuelas que defienden Ciutadans y el PP. En su discurso ha tenido pero buenas palabras para Mariano Rajoy, al que le ha agradecido que llamara el domingo a no boicotear los productos catalanes, y se ha mostrado dispuesto a buscar puntos de encuentro con el PP. "Sé que Xavier García Albiol me ha mandado una carta, yo le enviaré una con mi programa a ver si podemos encontrar terreno para hablar".

Solo le ha flaqueado la voz, y no por su culpa sino por problemas técnicos, cuando iba a responder si repetiría un tripartito. "Vaya ahora que la iba a decir bien gorda", ha bromeado antes de que el micro volviera a funcionar. El mensaje se ha podido escuchar alto y claro. "El PSC no hará presidente ni a Oriol Junqueras ni a Carles Puigdemont, ni tampoco Artur Mas. ¿Cómo podrían poner el país de nuevo en manos de los que lo llevaron al precipicio?". Sin llegar a pedir un Govern 'business friendly' "porque tiene autoría de Artur Mas" ha defendido que lo más "importante es la plena ocupación y la prosperidad". Un mensaje que ha sido muy bien recibido entre los empresarios. Más de uno comentaba a la salida que la 'receta Iceta' puede ser una solución inesperada en una situación desesperada.