El mismo día del sorteo de la lotería de Navidad, el jueves 22,Podemos conocerá quién ha ganado el primer pulso en el camino hacia la asamblea estatal del partido, Vistalegre II. Pablo Iglesias, Íñigo Errejón y los anticapitalistas de Miguel Urbánhan presentado propuestas distintas para ese cónclave que, desde este domingo y hasta el martes, podrán votar los más de 400.000 inscritos. Todos tienen muy asumido que quien logre imponer las reglas de juego conseguirá, también, una ventaja real para ganar la asamblea, que probablemente se celebrará el segundo fin de semana de febrero (la fecha se confirma este sábado en la reunión del Consejo Ciudadano Estatal).

La presentación de los diferentes modelos para Vistalegre II ha incrementado el malestar en el seno de Podemos. Iglesias defiende que las propuestas políticas y las listas se voten de forma conjunta. De hecho, escribió una carta abierta este lunes a su número dos para decirle que trabaje a su lado y que, lo lógico, es liderar un partido cuando se comparte su rumbo, por lo que es complicado desligar el proyecto de los cargos.

El secretario político considera que esa fórmula impide un debate en profundidad sobre el rumbo del partido y sobre el modelo organizativo que, opina, debe ser más abierto y menos vertical. También le respondió por carta y le explicó que para él la lealtad es decir la verdad aunque haya discrepancias. Este jueves, Errejón ha insistido en la defensa de su proyecto. “No podemos permitir que la discusión de caras, en la que creo que nos vamos a poner de acuerdo, tape la discusión política”, ha señalado en una entrevista en TVE. El número dos dejaba así clara su intención de no competir a la secretaría general con Iglesias, pero sí defiende que losdocumentos se voten por separado para no contaminar el debate del proyecto político con fórmulas plebiscitarias.

¿CAMBIO DE RUMBO?

Preguntado por si continuará en sus cargos como secretario político y portavoz parlamentario, Errejón ha repsondido que espera continuar pero no descarta cambios tras el congreso. "Uno esta mientras es útil y mientras tiene el respaldo de un rumbo político, y si los rumbos cambian, puede ser que cambien las personas. No es ningún drama".

Entiende Errejón que el partido tiene que operar internamente de la misma forma que quiere para España. “Conciliar proporcionalidad lo mas pura posible y que las listas puedan estar abiertas y desbloqueadas, si lo pedimos para España no tiene sentido que no lo apliquemos en el partido. Creo que respeta más el sentido de la democracia” ha afirmado en defensa de su propuesta.

A la discusión sobre si caras y documentos deben votarse juntos o por separado se suma ahora otro frente abierto entre pablistas y errejonistas. Este miércoles, el secretario de Organización, Pablo Echenique, presentó el método de votación para Vistalegre II, DesBorda, una propuesta que él defendió en rueda de prensa desde la sede de Podemos en Madrid como su proyecto a título de "militante" pero que, más tarde, fuentes próximas matizaron que era la fórmula oficial del partido. Iglesias le había encargado, hace una semana, que presentase un modelo.

"EL PABLISMO NO EXISTE"

El asunto despertó malestar porque se utilizó la infraestructura del partido y el cargo de número tres para impulsar una fórmula que ni ha sido debatida en ningún órgano ni ha estado consensuada. De hecho, los errejonistas consideran que les perjudica y que no es neutral, sino que favorece al secretario general.

Más allá de la presentación de una propuesta como algo oficial cuando responde a un planteamiento de parte, el malestar se incrementó, también, por el contenido de la propuesta en si misma: la instauración de un incentivo para llegar a acuerdos entre candidaturas. Según explicó Echenique, se daría un plus, “un pequeño premio” a la hora de contar la inclusión de candidatos en las listas. Esta fórmula perjudicaría a Errejón si finalmente pablistas y anticapitalistas suman fuerzas para Vistalegre II, como Iglesias está intentando y como los de Miguel Urbán reconocen que les han ofrecido. Echenique desmintió tal extremo. “El pablismo no existe”, asegura.