Pablo Iglesias llevaba desde el viernes por la noche esperado a que Pedro Sánchez le aclarase qué quería decir con el llamamiento a “las fuerzas del cambio” que el socialista planteó enigmáticamente desde la tribuna del Congreso. Aún con la incertidumbre, el podemista evitó pulsar el botón del pánico y, para evitar que le volvieran a responsabilizar de dinamitar los puentes de entendimiento con el líder del PSOE, decidió esperar a la comparecencia de este lunes. Tras escucharla, admitió que no lograba comprender cuál es la propuesta concreta, puesto que Sánchez fue lo suficientemente ambiguo para no comprometer de antemano que vaya a prestarse como candidato a la investidura, ni explicar qué está dispuesto a ofrecer a cambio de los apoyos que necesitaría. Iglesias resumió en un tuit su confusión. "Sánchez dice que no quiere liderar la alternativa y que va a hablar con todos, incluido el PP. ¿Este es el camino del cambio? No entiendo nada", escribió, sorprendido, pero con la determinación de no calentar los ánimos tras meses pidiendo un acercamiento que hasta ahora el socialista ha rechazado. Dolido tras el desmentido que el PSOE emitió sobre unas declaraciones suyas respecto a una conversación con Sánchez, ahora Iglesias se impone ser prudente.

El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique,confirmó que hasta el momento no han recibido ningún mensaje de Sánchez para iniciar esa ronda de contactos, que el socialista tiene previsto realizar entre todos los partidos, de mayor a menor. Los morados no ven obstáculos para dialogar, pero descartan que puedan llegar a ningún entendimiento con Ciudadanos, aunque insisten en que hasta que Sánchez no concrete su hoja de ruta es complicado aventurar lo que pueda ocurrir. “ Creemos que la clave para desbloquear la situación es decidir qué camino seguir", señaló Echenique tras la reunión de la ejecutiva de Podemos. “Nos parece bien dialogar con todo el mundo pero en la reunión a tres bandas hay un futurible que creo que no se va a dar. No creo que Ciudadanos vaya a abandonar su alianza estratégica, que es muy legítima, con el PP”,auguró.

La única vía que Podemos contempla viable para lograr un gobierno progresista alternativo al del PP es que el PSOE se avenga a un pacto con ellos, pida la abstención a Albert Rivera y la colaboración a las formaciones nacionalistas. “ Los partidos catalanes y vascos podrían preferir un gobierno encabezado por Pedro Sánchez a uno encabezado por Mariano Rajoy”, resumió Echenique.