El nerviosismo arraiga en la dirección de Podemos ante las frustrantes perspectivas electorales del 21 de diciembre y la fractura abierta con el líder de su marca en Cataluña, Albano-Dante Fachin. En un contexto de enorme preocupación por una debacle en un feudo clave, el secretario general, Pablo Iglesias, planteó ayer posibles acuerdos con ERC y el PSC después de los comicios autonómicos en diciembre a los que quiere presentarse en coalición con los comuns, a los que capitanea Xavier Domènech.

«¿Estamos dispuestos a hablar con ERC? Sí. ¿Con el PSOE? Sí. Pero no vamos a apoyar ni al PDECat, ni al partido extremista de Inés Arrimadas [C’s] ni al partido extremista de [Xavier García] Albiol [PP]», afirmó en una entrevista en la Cadena SER. El anuncio saltó justo cuando los republicanos están estudiando si repiten con los posconvergentes en un Junts Pel Sí 2, aunque, admitió Iglesias, el tema fue por lo menos mencionado en la cena que mantuvo con el vicepresidente cesado, Oriol Junqueras, el pasado agosto en Barcelona. Según su versión, le dijo que no estaba de acuerdo con el unilateral del 1-O y le planteó «si no era más sencillo que los progresistas en Cataluña se pusieran de acuerdo para hacer un Gobierno que llevara a cabo políticas sociales que defendieran además la soberanía». Pero no concretó qué tipo de pacto.

Tras el revuelo causado por el planteamiento entre los comuns y también dentro del podemismo, fuentes del partido trataron de quitar hierro a las declaraciones y aseguraron que no hay ningún pacto gestándose, aunque tampoco descartaron que pueda producirse en el futuro.

Una hora después, Fachin salió a responderle, después de que Iglesias le enseñara este lunes la puerta de salida de la organización. El líder morado en Cataluña dijo: «Rajoy justificó el 155 para ‘dar voz a la gente’. Iglesias dice hay que quitar la dirección escogida y le vamos a dar voz a la gente», asestó, para anunciar que él no participará en una consulta con un «déficit democrático». Defendió que Podem debe hablar con todas las fuerzas para explorar opciones cara al 21-D y recriminó que el referéndum «impuesto» por Iglesias solo permita una coalición con los comuns.