A escasos días de que se instalen las urnas, Pablo Iglesias acota cada vez más el segmento del electorado que será objetivo de sus discursos durante la próxima semana: los votantes indecisos que se encuentran en la disyuntiva de elegir entre Unidas Podemos y el PSOE de Pedro Sánchez. La estrategia será clara, lanzar el temor a un posible pacto poselectoral entre los socialistas y los de Albert Rivera. Y el mensaje, concreto: elegir la papeleta con el puño y la rosa el próximo 28-A supondrá abrirle las puertas de la Moncloa a la derecha y, en concreto, a Ciudadanos.

Los morados comenzaron la campaña electoral poniendo en dura la fiabilidad de unas encuestas que reflejaban un 41% de votantes indecisos, una cifra tan alta que hace muy difícil cualquier predicción. Confiando en su estrategia electoral, los de Iglesias se mostraban capaces de convencer a los dudosos e, incluso, de recuperar a los abstencionistas. Una semana después, han perfilado su objetivo y han visto una oportunidad en aquellos que, con reticencias, elegirán al líder del PSOE como el voto útil ante las tres derechas. "Votar a Pedro Sánchez es votar a Albert Rivera entrando en la Moncloa", sentenció el pasado jueves Irene Montero, 'número dos' del partido, resumiendo su táctica en una frase.

Las cloacas del estado

Los morados también han recrudecido su mensaje sobre el PSOE acusándoles de connivencia con las cloacas del estado. El escándalo que se originó tras destaparse la creación de informaciones falsas sobre Podemos después de las elecciones de 2016 para echar por tierra sus negociaciones con los socialistas ha supuesto un impulso a la campaña de Unidas Podemos que, sacando fuerzas de flaquezas, ha convertido la polémica en una de sus principales fortalezas.

"Si no fuera posible que cambiemos las cosas no nos hubieran mandado a lo más corrupto y a lo más mafioso de este país contra nosotros", clamó Montero que está asumiendo parte de los actos centrales de la campaña -una señal de la predecible sustitución que se efectuará al frente del partido próximamente-.

Por delante quedan seis días frenéticos de campaña electoral en los que Iglesias redoblará sus actos visitando algunos de los bastiones del partido: País Vasco, Catalunya y Galicia. Todo para hacer decantar la balanza de los indecisos de su lado.