Pablo Iglesias ha logrado llegar hasta la vicepresidencia segunda del Gobierno en apenas cinco años. Pero el camino no ha resultado sencillo y Podemos ha sufrido las consecuencias de un ascenso frenético que no ha permitido construir un partido fuerte a nivel territorial. Ahora, con la reelección como secretario general de la formación morada casi asegurada y con cierta estabilidad en el horizonte político, Iglesias se dispone a reconstruir la organización desde abajo, a reforzar los cimientos inestables que en los comicios autonómicos no soportaron el desgaste de un ciclo electoral que, en algunos momentos, parecía interminable. Una tarea que resulta necesaria para formar a la nueva generación de líderes que en los años siguientes sustituyan a los actuales dirigentes del partido.

Un Podemos contigo. Así ha llamado Iglesias al proyecto de partido que espera salga elegido en la tercera asamblea ciudadana del próximo 21 de marzo, donde, salvo sorpresa, revalidará su mandato. En los documentos presentados por el líder de Podemos queda patente que el partido necesita aire nuevo, potenciar las bases y recoger el talento de los militantes.

«MÁQUINA DE GUERRA» / Según reconocen, el contexto político del 2014, cuando surgió el partido, les obligó a «construir una máquina de guerra electoral tan perfecta que impidió en ocasiones tejer desde abajo y construir, al mismo tiempo, una organización sólida». La apuesta, ahora, es potenciar la función de la militancia en la organización.

Fuentes de la candidatura de Iglesias explican a este diario que se otorgará «mayor capacidad de decisión e intervención» a los inscritos del partido. Sin embargo, señalan que las bases «deberán corresponsabilizarse de lo que conlleva ser parte activa de la organización» y aportarán una cuota mensual de tres euros que servirán para financiar al partido. Actualmente, las bases no tienen que pagar ninguna cantidad.

Además, la propuesta de Iglesias pasa por reactivar los círculos, la herramienta de participación básica en el partido. Según explican las mismas fuentes, la idea es que los afiliados se organicen en torno a estos foros a nivel local donde tomen «decisiones clave» y «lleven el rumbo de la organización en lo local» para «ser parte activa» del partido. Curtirse en la política local es uno de los caminos para formar dirigentes que en el futuro puedan dar el salto al nivel estatal.

SIN LIMITACIÓN DE MANDATOS / Además, con el ánimo de fomentar la pluralidad y la participación, se introduce la posibilidad de que las comunidades autónomas uniprovinciales puedan subdividirse en unidades territoriales equiparables a las provincias como las comarcas si esta se basa en «motivos geográficos, históricos o políticos».

En este mismo sentido, Iglesias plantea en sus documentos una limitación salarial diferente a la actual (que no se base en el salario mínimo interprofesional) y eliminar el tope máximo de mandatos que una persona puede permanecer en un cargo orgánico de Podemos, que hasta ahora era de tres, es decir, un total de 12 años en el puesto.

La número dos de la formación, Irene Montero, defendió el pasado martes que esta medida no busca la permanencia del líder morado al frente de la organización, sino que el resto de dirigentes pueda seguir participando. Algo imprescindible hasta que llegue el relevo.

El cambio de estatutos que plantea Pablo Iglesias se llevará para su aprobación el próximo 21 de marzo a la III Asamblea Ciudadana Estatal, la conocida como Vistalegre III -por las dos últimas asambleas que se celebraron en Vistalegre, aunque esta vaya a tener lugar en Leganes-.