Pablo Iglesias cree tener trabajo por delante en un Ejecutivo de coalición para «cuatro años, quizás más», por estar llamado a trabajar en la legislatura del «constitucionalismo democrático», según apuntó en La Sexta. Pero consciente de que la duración de su mandato no dependerá sólo de su deseo, ni siquiera del de Sánchez, tuvo que hablar de ERC, la organización independentista que ha sido fundamental para que haya investidura y que, a partir de ahora, lo será también para que la gobernabilidad no sea una quimera por falta de mayorías.

«Todos vamos a tener que ceder en algo», respondió cuando fue preguntado si la votación que supuestamente habrá sobre el contenido negociado en la mesa de diálogo es, o no, el referéndum que venían reclamando los republicanos en Cataluña. Según Iglesias, lo relevante es encontrar una solución política y dejar a un lado los tribunales después de que, a su entender, Europa le haya dicho a España que ese no es el camino correcto.

EL EQUIPO/ En cuanto al programa pactado con el PSOE, dijo que es «moderado» poque se ha diseñado pensando ya en los filtros que deberá pasar en la UE. No quiso públicamente dar detalles de quienes conformarán sus equipos, aunque este martes se difundió que su jefe de gabinete en Moncloa será el exgeneral Julio Rodríguez e Ione Belarra será secretaria de Estado de la agenda 2030, que dependerá directamente de su vicepresidencia. También trabajará con él Nacho Álvarez, que llevará la secretaria de Estado derechos sociales. El Injuve, instituto de la Juventud española. quedará bajo la dirección de María Teresa Pérez, exdiputada morada. A eso hay que sumar que los cuatro ministros que aporte Podemos serán Irene Montero en Igualdad; Yolanda Díaz en Trabajo; Manuel Castells en Universidades y Alberto Garzón en Consumo.

En cuanto al primer proyecto que le gustaría impulsar, aseveró Iglesias que sería la reforma del Código Penal para garantizar que el «no es no» de las mujeres, se respeta. En el Pleno de investidura, el jefe de Podemos instó a Sánchez a tener «buen tono» ante unas derechas más que agitadas, a las que pidió no usar a las víctimas de ETA y aconsejó no defender con tanta vehemencia al Rey para no perjudicarle.

Iglesias acusó a los presidentes del PP y de Vox, Pablo Casado y Santiago Abascal, respectivamente, de haberse convertido en «la mayor amenaza contra la monarquía en España», y pidió a Pedro Sánchez «firmeza democrática» frente «los intolerantes».

«Si algo sabía Juan Carlos I, que venía de donde venía y que fue rey por lo que fue rey, es que solamente alejándose de la derecha la institución podría pervivir». «No nos van a atacar por lo que hagamos, nos van a atacar por lo que somos», avisó a Sánchez.