La desescalada de las medidas de confinamiento será «asimétrica por territorios» y «no necesariamente por comunidades», confirmó el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tras la reunión del Consejo de Ministros celebrado ayer. Por la tarde, el dirigente socialista mantuvo una cita con los representantes de las comunidades autónomas en la que también estuvieron presentes las autoridades del Ministerio de Sanidad junto con la vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. El objetivo era realizar un primer encuentro en el que se empiece a planificar el alivio de las restricciones.

«Tendrán un papel muy importante las autonomías, que lógicamente nos pueden trasladar sus sugerencias. Pero va a ser el Gobierno quien va a dirigir el proceso en base a unos indicadores», avisó, subrayando que será el Ejecutivo central quien determine los criterios para abordar la desescalada.

El ministro proclamó que el Gobierno «dirigirá este proceso a la normalidad», aunque puntualizó que «escuchará las sugerencias de las comunidades autónomas». «En base a estos criterios y bajo la dirección del Gobierno vamos a empezar a trabajar en cómo afrontar esta fase de desescalada», argumentó.

PAPEL DE LOS AYUNTAMIENTOS / El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya anunció el fin de semana pasado que el proceso de desescalada no será homogéneo y que tampoco tendrá que responder a unidades territoriales como las autonomías o las provincias. Además, a lo largo de la semana, varios ministros han insistido en reiteradas ocasiones en el importante papel que jugarán los ayuntamientos, ya que la relajación de medidas se podría llegar a hacer por localidades.

La intención de que sea el Gobierno quien coordine la desescalada no ha gustado a las comunidades autónomas, principalmente a aquellas gobernadas por el PP y a la Generalitat. La consellera de Salud del Govern, Alba Vergés, dejó claro que se debe tener en cuenta a los Ejecutivos autonómicos en la toma de decisiones: «No somos una gestora del sistema de salud».

Según apuntó el ministro, el Gobierno va a proponer cuatro categorías para estos criterios: nivel de capacidad asistencial suficiente, vigilancia epidemiológica para evaluar cómo evoluciona la epidemia, identificación precoz y tratamiento de nuevos casos, y medidas de protección colectiva que hay que tener preparadas para evitar nuevos contagios.

Illa no avanzó más detalles sobre cómo se realizará este proceso de nueva normalidad, y remitió a los periodistas a esperar a las reuniones con las comunidades autónomas para conocer los criterios que finalmente se apliquen en cada territorio. Tampoco indicó qué nuevos colectivos se beneficiarán de la desescalada tras los niños. «No estoy en condiciones de anticipar otros colectivos que puedan beneficiarse. Iremos tomando decisiones en función de cómo vaya evolucionando la epidemia», concluyó el ministro en la rueda de prensa de ayer.

Precisamente, la agencia de noticias Europa Press informó de que Sanidad ha remitido un documento a las autonomías en el que recomienda que, para empezar a realizar la desescalada, los servicios sanitarios tengan capacidad de realizar PCR de todos los sintomáticos, haciéndose en casos leves en su domicilio o en puntos de diagnóstico con cita previa.

El escrito señala las capacidades asistenciales que tienen que tener las autonomías en base a criterios de asistencia sanitaria, vigilancia epidemiológica, identificación y contención de fuentes de contagio y medidas de protección colectiva.