El juez de la Audiencia Nacional, José de la Mata, ha imputado a 12 exaltos cargos de Convergència Democràtica (CDC), entre ellos Felip Puig, Pere Macias, Xavier Crespo, Jordi Jané e Irene Rigau, además de varios exdiputados, por un presunto delito de blanqueo de capitales, cuya finalidad habría sido financiar el partido, según el auto al que ha tenido acceso El Periódico de Cataluña. El magistrado que investiga el caso 3% de presunto pago de comisiones ilegales al extinto partido ha acordado abrir una pieza separada para investigar en profundidad las donaciones que una serie de dirigentes convergentes realizaron a la formación política.

Cuatro de los políticos investigados ostentaron altos cargos en los gobiernos de Jordi Pujol y Artur Mas. Se trata de Felip Puig (fue consejero de Política Territorial y de Interior, entre otros cargos); Pere Macias (de Política Territorial y también de Medio Ambiente); Jordi Jané (exdiputado en el Congreso y luego conseller de Interior) e Irene Rigau (dirigió los departamentos de Bienestar Social y Enseñanza).

La petición de investigación ha sido impulsada por el fiscal anticorrupción que tramita el procedimiento, José Grinda. A su entender, las personas ahora investigadas podrían haber participado en «algún tipo de actuación a través de la cual el partido ingresa y justifica fondos de origen desconocidos al amparo de donaciones realizadas por particulares».

El juez considera que las donaciones que los 12 exaltos cargos convergentes investigados hicieron al partido, entre los años 2009 y 2010, eran «actos de afloramiento de dinero procedente de delitos realizados por personas próximas a CDC siguiendo el plan superior trazado por jerarcas del partido de incorporar a la vida lícita las cantidades en efectivo que habían llegado» a la formación política.

Por otro lado, la Audiencia Nacional ha archivado la investigación abierta por cohecho impropio contra el Defensor del Pueblo catalán, Rafael Ribó, por el viaje que realizó en el 2015 a la final de la Liga de Campeones en Berlín, en la que jugaban el Barça y la Juventus, cuyo vuelo fue costeado por Jordi Soler Paredes, uno de los empresarios investigados en la trama del 3%. «No existen indicios» de que el regalo «fuera por su función».