El soberanismo dosifica esfuerzos. Las entidades independentistas, que han demostrado músculo ya en diversas ocasiones, han optado esta vez por la prudencia de no convocar enseguida movilizaciones tras la condena por el 9-N dado que, apuntan, a partir de ahora se vivirá un 'crescendo' de conflictividad que les lleva a dosificar esfuerzos. Mientras, el 'expresident' Artur Mas parecía este martes llamar a una presencia en la calle de la protesta. Y es que la presión popular es una de las claves del éxito o el fracaso del desafío soberanista.

"No podemos cansar a la gente", explica un destacado representante de la Assemblea Nacional Catalana (ANC). También fuentes de Òmnium Cultural añaden: "Esta es una carrera de largo recorrido; lo sucedido este lunes [la condena a Mas y las 'exconselleres' Joana Ortega e Irene Rigau] es muy grave, pero esto no ha hecho más que comenzar".

Las entidades advierten: que nadie dude de su capacidad de movilización. Es cierto que en ocasiones anteriores han logrado acciones casi inmediatas convocando, por ejemplo, a los independentistas a concentrarse ante ayuntamientos, como cuando se produjo la detención de la alcaldesa de Berga, la 'cupaire' Montse Venturós, por el proceso judicial por exhibir la 'estelada' en el edificio del ayuntamiento.

"Hemos de medir las reacciones que vamos llevando a cabo; han de estar muy bien dosificadas. No caeremos en la trampa del Estado de un escenario constante de acción-reacción", reflexiona un destacado integrante del independentismo cívico. "Que nadie nos marque la agenda", insiste.

En Junts pel Sí también se argumenta que la ciudadanía ya daba por descontada la sentencia y lo que espera el independentismo para volver a manifestarse es que se den más pasos a favor de la independencia. "Estamos al inicio de la cuenta atrás, delreferéndum o referéndum; también es cierto que convocar mucho agota, sí", apunta una persona destacada del grupo soberanista.

EL PAPEL DEL PARLAMENT

En un sentido similar al que explican en JxSí, en las entidades soberanistas también se argumenta que "el conflicto surgirá cuando las instituciones tomen decisiones y haya apoyo de la calle; lo tenemos ya a la vuelta de la esquina, en junio o septiembre". En todo caso, esta interpretación también añade que la estrategia movilizadora consiste en "esperar y aglutinar todo" el enojo. Pero primero, añaden, toca dar una respuesta institucional, en concreto del Parlament y de su Mesa, dado que una de las condenadas, Rigau, es la única que ostenta un cargo de representación por elección popular: es diputada en la Cámara catalana.

Sin embargo, al no ser firme la sentencia -y al no haber exigido la fiscaliá la aplicación inmediata de la misma- lo que pueda protestar el Parlament hoy por hoy es meramente simbólico. De momento, la Cámara no tiene prevista ninguna actuación de este tipo.

"BAÑOS DE REALIDAD"

En cambio, existe otra versión, más crítica con la capacidad de movilización constante. Un miembro del Govern, este martes, respondía así a la ausencia de manifestaciones: "Empezaremos a tener baños de realidad". "Con caceroladas no se va a ninguna parte", razona otra fuente gubernamental.

Consciente de que esta, la movilización, es clave, este martes Mas reclamaba al soberanismo que "aproveche" el fallo para impulsar el proceso hacia la independencia. "Tiene que saber aprovechar que, por primera vez, un Govern elegido legítimamente sea inhabilitado por actuar según el mandato de las urnas", ha subrayado. En declaraciones a RAC-1 y Onda Cero, el 'expresident' ha considerado que la respuesta ideal debe ser una combinación entre "calle" y "urnas". "No tendría sentido que solo hubiera calle si no estuviera acompañada de las urnas, pero con las urnas solo no hay suficiente", ha añadido.

En el mismo sentido de aprovechamiento de la sentencia y de la figura de los condenados, la portavoz del Govern, Neus Munté, anunciaba que el Ejecutivo del PDECat y ERC quiere contar con ellos y con Francesc Homs para que sean algo así como unos embajadores de "cómo de frágil es la democracia" en el Estado.

LA CANDIDATURA DEL 'EXPRESIDENT'

Asimismo, Mas ha asumido que "bajo el régimen jurídico español" no podrá presentarse en dos años a las elecciones, y ha recalcado que no es por voluntad propia: "No es que me descarte, es que me han descartado; esa es la consecuencia de la inhabilitación".

No obstante, ha considerado que este año no debería de haber elecciones, sino un referéndum, tal y como se comprometió el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Y ha asegurado que, a pesar de que no podrá estar "en primera fila", seguirá "en política" del mismo modo que lo está haciendo ahora.