El traje a medida para que Carles Puigdemont pudiera ser investido presidente por vía telemática. Junts per Catalunya y ERC pisarán el acelerador a fondo para intentar aprobar la reforma de la ley de presidencia en un Pleno el próximo 3 de mayo. Pese a que algunos de sus integrantes lo ven "muy justo", especialmente en el flanco de Esquerra, la intención de estos grupos es validar esa norma antes de que finalice el plazo para la convocatoria electoral automática, el día 22. Aunque todo sea solo por contribuir al simbolismo, ya que la ley no sería válida hasta que no aparezca publicada en el DOGC, publicación ahora controlada por el Gobierno central artículo 155 de la Constitución mediante.

La reforma legal planteada por los dos grupos secesionistas está ahora bajo revisión del Consell de Garanties Estatutàries. Este organismo tiene hasta el jueves para emitir un dictamen al respecto (que en todo caso no es de obligado cumplimiento). Después, dado que los independentistas tratarían de tramitar la ley por la vía de urgencia, habría de plazo hasta el lunes para presentar enmiendas a dicho dictamen y, pasado el día festivo del martes, el miércoles se celebraría una Junta de Portavoces para convocar el pleno el día siguiente.

Dicha reforma de la ley de presidencia debería ir acompañada además de una reforma del reglamento del Parlament, pero esto no parece que JxCat y ERC lo contemplen. La portavoz del PSC, Eva Granados, ha recordado que este miércoles se aprobará la constitución de diferentes comisiones parlamentarias entre las que no está la comisión del Reglament, entre otras cosas porque para que esta se ponga a funcionar es necesario que se haya constituido un Govern. Por tanto, esas reformas para permitir las investiduras telemáticas nacerían cojas, aparte de que correrían todo el riesgo de ser fulminadas por el Tribunal Constitucional.