Un informe de la Policía Nacional señala que el dispositivo desplegado para garantizar la seguridad de la comitiva de Ciudadanos en la manifestación del Orgullo LGTBI del sábado en Madrid fue «totalmente adecuado» y niega que los concentrados les lanzaran cristales y latas, como denunciaron los miembros de la formación naranja, aunque sí les arrojaron agua y una botella de plástico vacía. La Policía Nacional desplegó 20 agentes de paisano y les planteó en tres ocasiones su evacuación ante los ataques e insultos que estaban sufriendo, informan fuentes policiales a Europa Press, que añaden que «había furgonetas de la Unidad de Intervención Policial por si los incidentes iban a mayores».

Sin embargo, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, anunció ayer que va a denunciar ante la Fiscalía los incidentes por los posibles delitos de odio, injurias y agresiones. En rueda de prensa en el Congreso, Rivera aseguró que se produjeron «agresiones, insultos y vejaciones» a simpatizantes de Ciudadanos y se vieron «imágenes lamentables y deplorables», que constituyen un «sectarismo preocupante».

Además, volvió a pedir la dimisión del ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, por decir que era ilusorio pensar que no tendría consecuencias «pactar con quien de una forma descarada, incluso obscena, trata de limitar los derechos humanos», en referencia a los acuerdos con Vox en el Ayuntamiento de Madrid.

Marlaska contestó ayer que sus palabras no fueron más que «una crítica política a una actuación política» de quienes pactan «con un partido de extrema derecha», que propone limitar derechos.

PP y Ciudadanos han registrado en el Congreso una petición para que el presidente Pedro Sánche explique en un pleno extraordinario por qué no ha cesado al ministro.

Por su parte, el sindicato Unión Federal de Policía ha denunciado la agresión en el Orgullo a seis policías que escoltaban a políticos de Ciudadanos, criticando que el dispositivo policial desplegado para el evento fuera «insuficiente».