El Consejo Político de IU ha forzado al coordinador, Cayo Lara, a retirar el ultimátum a los tres diputados que están en las confluencias de Podemos para poder formar con ellos grupo propio y evitar así un duro recorte de plantilla, y solo les ha emplazado a un diálogo para explorar todas las opciones.

Casi toda la parte de su intervención en la que Lara urgía a Yolanda Díaz (En Marea) y Joan Mena y Félix Alonso (En Comú Podem) a que abandonaran Podemos para formar un grupo parlamentario con los escaños de Alberto Garzón y Sol Sánchez -ahora en el Mixto- ha sido sustituida por una petición para que "agoten" todas las opciones que permitan lograr grupo propio "hasta el último momento".

Después de la supresión de estos párrafos que Lara ha leído en abierto, el documento del coordinador federal ha salido adelante con 62 votos a favor, siete en contra y nueve abstenciones.

El ultimátum de Lara ha abierto la enésima brecha en Izquierda Unida y ha sido muy criticado por Garzón y su entorno, que lo ha calificado de "una grave irresponsabilidad política" por poner en peligro la estrategia de posibles alianzas además de alertar del riesgo que supondría la ruptura de las confluencias en el Congreso.

Según ha explicado Lara, tras una semana de intensas negociaciones, IU ha conseguido el compromiso de PSOE y Ciudadanos para apoyarles en esta propuesta, lo que daría un respiro a la formación para afrontar una complicada situación financiera, ya que, entre otras cosas, no tendrían que devolver el crédito de dos millones de euros solicitado para pagar el 'mailing' electoral.

Y no tendrían que hacerlo porque al tener grupo, el Estado les reembolsaría esa cantidad que IU, como cualquier otro partido que ha concurrido a las elecciones, ha tenido que adelantar.

El apremio de Lara para que los cinco diputados registraran hoy en la Cámara la solicitud de grupo venía dado por la urgencia de que la Mesa de la Cámara pudiera estudiarlo ya el próximo martes y permitir así que hoy pudiera ratificarse un proyecto de viabilidad un poco más suave del aprobado, que incluye un recorte de plantilla del 60 por ciento.

De esta forma, Lara ha querido trasladar al tejado de los tres parlamentarios de IU en coalición con el partido morado la pelota de un duro recorte de empleo, que afectará a trece de los 22 empleados de plantilla y a cinco de siete cargos políticos, aparte de una reducción salarial progresiva entre el 10 y el 20 por ciento.

Tendrá también, entre otras medidas, que renegociar con los bancos su deuda de nueve millones de euros, que arrastra desde el periodo 1999-2000, y reducir a la mitad el gasto en proveedores.

Además, el Consejo Político ha designado al equipo que pilotará las negociaciones con el PSOE para la investidura, en el que están Alberto Garzón, la también diputada Sol Sánchez, el exportavoz parlamentario José Luis Centella, y el secretario de Organización de la formación, Adolfo Barrena.

También contarán con Cayo Lara en estas conversaciones, siempre que intervenga en las mismas el secretario general socialista y candidato a la Presidencia del Gobierno.

Unas negociaciones que arrancan el lunes en el Congreso, y que tienen todo el apoyo de la dirección de IU, como ha manifestado Garzón ante el cónclave al apostar decididamente por un diálogo que podría impulsar un Gobierno de progreso y evitar unas nuevas elecciones.

Una opinión compartida igualmente por el coordinador federal, que defiende esta vía de las negociaciones para posibilitar que no gobierne el PP, aunque pone por delante el paquete de dieciséis medidas económicas y sociales, aprobadas por la ejecutiva la semana pasada, y que ya IU ha hecho llegar al equipo de trabajo socialista para que las vaya estudiando.