El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, se resiste como gato panza arriba a decir la palabra 'abstención', aludiendo a su obligación de mantener la ecuanimidad y no condicionar la decisión que debe tomar próximamente el comité federal del partido sobre la posición ante un posible nuevo debate de investidura. Sin embargo, igual que hizo ayer, este martes sus palabras se han encaminado más hacia esta posición política que permitiría a Mariano Rajoy revalidar su cargo que hacia cualquiera de las otras dos opciones para salir del bloqueo actual: un gobierno alternativo y las terceras elecciones.

"Hay una cosa peor que un Gobierno en minoría de Rajoy: un Gobierno en mayoría de Rajoy", ha manifestado en una entrevista en la cadena SER, en referencia a la posibilidad, apuntada por todos los sondeos, de que si se repiten los comicios generales el PP consiga mejorar sus resultados.

En su análisis, Fernández ha considerado que la opción del gobierno alternativo que proponía el dimitido secretario general, Pedro Sánchez, es del todo inviable. Por una parte, porque el PSOE, ha subrayado, "no puede llegar a un acuerdo de gobernabilidad con quien quiere romper el país"; esto es, los independentistas catalanes. Y, por otra, tampoco puede pactar con Podemos y Ciudadanos por los vetos mutuos que se han impuesto. "En política, lo que no es posible es falso", ha zanjado.

Por lo tanto, a juicio del también presidente de Asturias, los socialistas deben plantearse cuál es la opción "menos mala" para España y para el PSOE, si otro Gobierno del PP o ir a terceras elecciones. Y, aunque no lo ha explicitado abiertamente, se ha mostrado partidario de que sea el comité federal el que tome esta decisión sin consultar a las bases. "Quienes hemos resultado elegidos tenemos que tomar decisiones, no podemos remitir siempre a las bases", ha subrayado.

ESPECTÁCULO "BOCHORNOSO"

Sobre el convulso comité federal del PSOE, que acabó con el cese de la ejecutiva y la constitución de una gestora, Fernández ha admitido que se ofreció un espectáculo "preocupante y bochornoso". Sin embargo, ha abogado por "mirar hacia adelante" y "no recrearse en lo que pasó". "Ojalá sirva para darnos cuenta de que llevamos la tensión a un punto insoportable", ha añadido, al tiempo que ha subrayado que el principal problema del partido fue no haber sabido debatir ni entre los dirigentes ni con las bases.

Por último, el presidente de la gestora ha evitado anunciar la fecha del próximo comité federal, que debe fijar la posición del PSOE en caso de que Rajoy decida someterse a un nuevo debate de investidura. En todo caso, ha asegurado que esta cuestión quedará resuelta antes de un mes. De hecho, el 31 de octubre vence el plazo para investir presidente. Si no, se disuelven automáticamente las Cortes y se convocan nuevos comicios.