Juan Carlos I se encuentra en paradero oculto, que no desconocido. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha querido revelar dónde está, pero fuentes del Gobierno han desmentido algunas informaciones que lo situaban en Portugal. No han negado, en cambio, el rumor que ha cobrado más verosimilitud a lo largo del día, y que ubica al emérito en la República Dominicana.

Esa isla del Caribe llevan la marca de un histórico malentendido. Cristóbal Colón las confundió con el mismo Paraíso. El 5 de diciembre de 1492 quedó arrobado ante los portentos de La Española, el territorio insular que comparten la República Dominicana y Haití. Si el rey emérito inicia allí su exilio, lo haría nada menos que al amparo de los mismos restos del almirante. Los dominicanos no se cansan de asegurar que descansan en su país. Por lo pronto, el Ministerio de Relaciones Exteriores dijo "no tener ninguna información" sobre el viaje o la presencia en ese país de Juan Carlos I.

Juan Carlos ha forjado en esa isla una relación de larga data con los hermanos Alfonso, Alexander, Andrés y, especialmente, José Fanjul Gómez-Mena. Pepe Fanjul vive en Palm Beach, Florida, con su esposa, Emilia May. Sus ligeras simpatías republicanas nunca le impidieron ser amigo fiel del monarca emérito. Los Fanjul son descendientes de españoles que emigraron a Cuba en 1850. En la mayor de las Antillas levantaron un emporio azucarero. La llegada de la revolución, en 1959, y la posterior reforma agraria del castrismo, los obligó a partir primero hacia Estados Unidos y luego a República Dominicana, donde expandieron el negocio azucarero. La Fanjul Corp también es además un nombre de referencia en México y Canada.

LA CASA DE CAMPO

Los Fanjul son dueños del exclusivo complejo Casa de Campo en La Romana, al borde de un espejo de aguas cristalinas y sin olas, y muy cerca de uno de los balnearios caribeños más visitados por latinoamericanos y españoles, Punta Cana. Medio siglo atrás, el complejo contaba 50 habitaciones y cuatro casas "familiares". En la actualidad, sobre sus 3.000 hectáreas se han levantado 280 habitaciones, 1,200 unidades de vivienda, distritos enteros dedicados a restaurantes, bares, campos de golf, un spa de ensueño y hasta un anfiteatro.La calle de acceso al 'resort' ha sido bautizada Juan Carlos I.

Él mismo fue a inaugurarla en el 2015. Frank Sinatra, el clan Kardashian, la estrellas Beyoncé y Rihanna, entre otras, se embelesaron con sus playas y otros de los beneficios que un posible huésped como el ex soberano ponderaría: la más absoluta discreción, garantizada por unos guardias celosos de la tranquilidad y el solaz de los visitantes ilustres. Los 28 kilómetros de extensión de predio permiten por lo tanto combinar el lujo con el anonimato. A pesar de la pandemia, Casa Romana está abierta a los turistas que pueden pagar sus precios preferenciales de 180 dólares (153 euros) por noche.

A partir del 16 de agosto, República Dominicana será gobernada por Luis Abinader. Este empresario que se ve a sí mismo como un 'outsider' de la política y una persona aburrida ha roto con 16 años de predominio del centroizquierdista Partido de la Liberación Dominicana. Como los Fanjul, este nieto de libaneses tiene un pie en el negocio turístico y otro en el agrícola. Al futuro presidente no le será ajena la presencia de Juan Carlos I. Más allá de las cuestiones protocolares, Abinader tendrá que gestionar una crisis económica y social provocada por la pandemia. Unos 75.000 habitantes se han contagiado de covid-19 y otros 1213 han fallecido. De acuerdo con cifras oficiales, casi el 75% de las camas de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) están ocupadas. Los medios de prensa aseguran sin embargo que los hospitales están al borde del colapso.

La economía dominicana se sostiene en buena parte gracias a la pujanza del turismo. La pandemia ha puesto freno a siete años de crecimiento en torno a 5% anual. En virtud de la paralización de las actividades y la falta de visitantes extranjeros, el PIB se contraerá un 5% en el 2020. La pobreza afectará este año al 24,7 % de los habitantes, más de cuatro puntos en relación al año pasado. La pobreza extrema impacta al 6,7 % de la población. Un 15% de los dominicanos se encuentran en el paro.

Más allá de sus lastres sociales, República Dominicana suscribió décadas atrás un tratado de extradición con España que en en 1997 permitió la entrega del exnúmero uno de ETA Eugenio Etxebeste, 'Antxon', del integrante del comando Madrid Ignacio Aracama Mendía, 'Makario', y de Jose María Gantxegi Arruti, 'Peio'.