El juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama ha decretado prisión incondicional para el ciudadano marroquí detenido el pasado viernes en Barcelona por su presunta vinculación con el Estado Islámico. El magistrado le atribuye un delito de enaltecimiento del terrorismo y autoadoctrinamiento a través de las redes sociales, informaron fuentes jurídicas.

La investigación, en la que también participaron la Dirección General de Seguridad del Territorio (DGST) marroquí y el FBI estadounidense, determinó que durante el estado de alarma el detenido se había radicalizado de manera llamativa y preocupante.

El proceso, no obstante, lo había iniciado al menos cuatro años antes, pero en un plano discreto hasta hace relativamente poco tiempo, lo que los investigadores relacionan con los llamamientos realizados desde la dirección del Daesh para que los terroristas solitarios, asentados en terreno occidental, se movilicen y realicen ataques en sus lugares de residencia, según informa la Guardia Civil.

El presunto yihadista enviado a prisión realizaba manifestaciones públicas de su adhesión a los postulados terroristas de Daesh y de odio a Occidente a través de sus perfiles de redes sociales. Además, se comprobó que incumplía de manera habitual, y sin justificación, las normas de confinamiento establecidas en el estado de alarma. Lo hacía bajo importantes medidas de seguridad.