Carles Puigdemont exploró el 25 y el 26 de octubre del 2017 un plan para recabar el apoyo de Rusia y China a la declaración unilateral de independencia (DUI) que el Parlament aprobaría el 27 de octubre. El entonces presidente de la Generalitat cruzó esos dos días varios wasaps al respecto con Víctor Terradellas, exresponsable de relaciones internacionales de CDC y, a la sazón, presidente de la fundación nacionalista CatMón. En el cruce de mensajes participó un tal Miquel, cuya identidad intenta aclarar la Guardia Civil.

«A las 5 venía emisario de Putin», escribió el día 26 Terradellas a Puigdemont en un mensaje al que ha tenido acceso el Periódico de Catalunya. El juez de Barcelona Joaquín Aguirre está investigando una trama rusa dentro de la causa abierta por presunta malversación de fondos y otros delitos en la Diputación de Barcelona y la secretaría de Deportes de la Generalitat. Ayer, el juez ordenó cuatro detenciones, que se suman a la de Terradellas y una veintena más en mayo del 2018.

LA SECUENCIA / El 25 de octubre del 2017 se sucedían las reuniones en el Palau de la Generalitat. Los nervios están a flor de piel. Puigdemont duda entre convocar elecciones autonómicas u optar por la DUI. A las 10.05 horas, el president recibe un wasap desde el teléfono de Terradellas, que pocas semanas antes, en septiembre, había viajado a Moscú. «President, soy Miquel. Estamos reunidos Víctor y yo con esa gente. En 24 horas nos contestan. Además mirarán: 1. Que China diga también lo suyo. 2. Que viernes antes de hacer nada, hagas videoconferencia con PU».

La policía precisa en un informe incorporado a la causa que PU, «por el contexto de la conversación, podría tratarse de un error gramatical, aludiendo a realizar una videoconferencia con Putin, tal como se refleja en reiteradas ocasiones más adelante en la misma conversación». Respecto a China, según la documentación hallada en su día por otro juzgado que investiga los preparativos del 1-O, la Generalitat tenía previsto presentar a Cataluña como un estado independiente ante el Gobierno chino, con el que en paralelo negoció un préstamo de hasta 11.000 millones para un banco central de la Cataluña independiente, que nunca llegó a ser realidad.

Aquel día Puigdemont no respondió al mensaje enviado por Miquel desde el teléfono de Terradellas. El 26 de octubre, a las 10.44 horas, cuando todo indicaba que Puigdemont había decidido renunciar a la DUI y convocar elecciones, Terradellas se queja al president de su silencio: «Lo siento. Ni nos has escuchado, creo que nos lo merecíamos. Todo iba adelante y creo que hubiéramos podido apurar hasta el último momento, lástima». Entonces, Puigdemont sí responde: «No tenía ya ningún margen. Y el escenario era devastador para Cataluña. Lo siento. Sé que no es ni fácil ni agradable aceptar, pero no tenía ningún convencimiento de que nos íbamos a salir [sic]».

Terradellas insiste: «Nos habían garantizado declaración esta tarde. Gorbachov [sic]. Dinero por parte china. Te pedíamos apurar. A las 5 venía emisario de Putin. Estamos en la puerta del palacio. Nos debes recibir. Nos has de recibir. Retraso y darnos tiempo».

Puigdemont replica de forma escueta: «Yo ahora tengo que hacer comparecencia». El president tenía previsto comparecer a las 13.30 horas, pero la cita no se celebró hasta la tarde. Terradellas insiste: «Pues lo retrasas y hablamos. Estamos Carles, Miquel y yo. A 50 m. del Palau [de la Generalitat]. Vamos hacia Canonges [la residencia oficial del president]». Puigdemont accede. Ya por la tarde, anuncia su decisión: no convocará elecciones y deja en manos del Parlament la DUI, que se aprobó al día siguiente.

LA HUIDA / El 29 de octubre, ya como expresident, Puigdemont huye a Bélgica desde su domicilio de Gerona. Le siguen algunos consellers. Terradellas, al parecer, no debía saber nada de la partida, pues a las 9.27 de la mañana le escribe otro wasap: «Estimado presidente. Después de su discurso de ayer, ahora toca jugar y ganar la partida de las legitimidades. Demostrar nuestro sentido de Estado y control del momento político (…) Hay que seguir este camino y hay que mantener el liderazgo y mando. Mañana en Palau habría que arriar la bandera española y blindar el edificio con una llamada pacífica a la población. Es necesario que liste [sic] de nuevo al mayor Trapero y ordene a los Mossos que estén y, así sabremos, también, su nivel de lealtad (muchos os serán leales a vos y a Trapero)». Puigdemont no respondió.

Estos mensajes constaban en uno de los móviles usados por Terradellas e incautados en el registro de la sede de CatMón. Muchos otros wasaps evidencian las estrechas relaciones que Terradellas mantenía con destacados diputados y dirigentes de CDC, el PDECat, Esquerra, CUP y la ANC.

En aquel registro, la Policía, más tarde relevada en las pesquisas por la Guardia Civil por decisión del juez, halló documentos que apuntan a una trama rusa ligada al procés. Uno de los más destacados es «un borrador manuscrito de misiva», según la Policía, cuyo destinatario podría ser Vladimir Volfovich Zhirinovsky, el ultra que lidera el Partido Liberal Democrático de Rusia y a quien los investigadores sitúan como posible mediador de Putin. El escrito, redactado en catalán, está encabezado con un «Apreciado Vladimir Volfovich. Sabemos de la gran posición en defensa de los derechos democráticos y le invitamos mañana a asistir a la sesión del Parlament donde se declara la República de Cataluña, donde en estos momentos tiene una gran parte de los derechos intervenidos [sic]».