Aunque el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) termine dando la razón a Oriol Junqueras y admita que el presidente de ERC debería tener inmunidad parlamentaria como eurodiputado electo en las pasadas elecciones europeas del 26 de mayo, si el Tribunal Supremo dicta una sentencia condenatoria por el 1-O antes de que los jueces europeos se pronuncien, el exvicepresidente del Govern no podrá beneficiarse de esa inmunidad ni salir de la cárcel.

«No hay ningún mecanismo jurídico que pueda dar cobertura de una inmunidad a alguien que cumple condena. No hay un canal por el que pueda revisarse una condena de alguien a quien se le ha impedido la inmunidad cuando procedía, que era antes de condenarle», reconoció ayer en Bruselas el abogado del líder de ERC, Andreu Van den Eynde, que considera ese escenario «técnicamente inédito y complejo».

La única respuesta a esa situación, explicó, sería plantear un incidente de nulidad ante el Supremo para generar una discusión que «tendría que llegar al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo». De ahí su petición al Supremo de dejar en suspenso la sentencia hasta que haya un pronunciamiento previo de la justicia europea, que aceptó tramitar el asunto por procedimiento acelerado.

La defensa de Junqueras, que cree que el Supremo no atenderá su petición y dictará sentencia en torno al 10 de octubre, remitió ayer al Tribunal de Justicia de la UE las alegaciones para que aclare si es legal impedir a un diputado electo cumplir con los trámites para adquirir la condición de parlamentario europeo.

Y mientras espera, el líder republicano se ofreció ayer a su partido para encabezar nuevamente la candidatura de ERC a las elecciones generales del 10 de noviembre, al igual que Raül Romeva muestra su disposición a volver a ser el cabeza de lista al Senado. Junqueras, en una carta a la militancia, atribuye la repetición electoral a la «inmadurez democrática» del sistema político español.