Antes del estallido de la crisis del coronavirus, el president Quim Torra dio la legislatura por agotada y ató el calendario electoral a la aprobación de los presupuestos de la Generalitat para el 2020. Torra dijo que anunciaría la fecha de los comicios una vez las cuentas fueran validadas por el Parlament, pero la pandemia hizo que aparcara sus planes.

El jefe del Govern está pendiente de la admisión a trámite de su recurso ante el Tribunal Supremo por la condena de inhabilitación que dictó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, pero los republicanos rechazan que la Justicia sea quien marque los tiempos. El líder de ERC, Oriol Junqueras, emplazó ayer a Torra a llamar a las urnas antes de que el Supremo resuelva y le pidió que consensue con su partido el calendario. En una entrevista en Radio 4, Junqueras defendió que ahora es momento de salvar vidas. pero añadió que cuando llegue la reconstrucción social se debe pasar por las urnas para que los ciudadanos decidan quién debe liderarla. «No se puede continuar tomando decisiones sin consultar al socio por puro tacticismo electoral», criticó.

La portavoz del Govern, Meritxell Budó, se abrió a pactar la fecha electoral pero insistió en que ahora finiquitar la legislatura no entra en sus planes: «No podemos afrontar una crisis como esta con un Govern en funciones», avisó, y echó balones fuera sobre dicho calendario alegando que la prioridad es atajar la crisis del coronavirus. En JxCat, aún sin candidato, no entusiasma la idea de avanzarse a una inhabilitación. «Estoy segura de que cuando sea el momento nos entenderemos con los socios en el calendario electoral. Estamos centrados en la lucha contra la pandemia», espetó. Torra había sostenido en varias ocasiones que él decidiría la fecha, ya que la convocatoria electoral es una prerrogativa ligada a su cargo. Antes, el conseller de Interior, Miquel Buch, sostuvo que ahora no se puede pensar en elecciones porque «hay gente que está muriendo».