El Tribunal de Apelación de París estudiará de nuevo este miércoles la petición de libertad provisional del histórico dirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea, alias 'Josu Ternera', ahora teniendo en cuenta las órdenes de extradición que se mantienen vigentes desde España por las causas por las que ha sido procesado, según han informado fuentes jurídicas.

Urrutikoetxea fue detenido el pasado mayo en el este de Francia, tras 17 años huido de la Justicia, y la semana pasada solicitó su puesta en libertad provisional alegando motivos de salud. El tribunal se lo concedió, lo que causó cierto revuelo en la Audiencia Nacional.

Sin embargo, horas después se conoció que las autoridades galas habían dejado en suspenso la puesta en libertad tras comprobar que existen cuatro órdenes de entrega dictadas por la Audiencia Nacional.

El etarra está procesado en España por el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza en el 1987, el asesinato del directivo de Michelín Luis María Hergueta en el 1980, la financiación de ETA a través de 'herriko tabernas' y delitos de lesa humanidad junto con otros cuatro antiguos dirigentes de la organización terrorista por todos los crímenes cometidos desde el 2004.

DIRIGENTE DE ETA

En todas ellas, Josu Ternera está procesado en calidad de dirigente de la banda terrorista, pero aún no se le ha podido juzgar, ya que hasta el pasado mes de mayo permaneció huido y en España no existe el enjuiciamiento en rebeldía.

Tras paralizar la puesta en libertad provisional, el Tribunal de Apelación de París emplazó a una nueva vista pública este miércoles de cara a realizar una segunda valoración de la petición de libertad del exdirigente de ETA.

Pero no solo tiene cuentas pendientes en España, sino también en Francia, donde sí ha sido juzgado y condenado por rebeldía. Una vez que fue localizado y detenido en mayo, el etarra no aceptó dichas sentencias, por lo que deberá volverse a sentar en el banquillo para un nuevo juicio.

En caso de que Francia acepte la reclamación de la Audiencia Nacional, se plantean dos posibilidades, según han concretado fuentes jurídicas. Por un lado, los tribunales galos podrían aceptar su entrega una vez que sea juzgado en aquel país, lo que retrasaría aún más la rendición de cuentas por sus crímenes en España; o bien entregarle antes, en caso de que ese procedimiento se alargue.