Cambio de criterio de los servicios jurídicos del Parlament sobre la cuestión clave en el caso de la inhabilitación del presidente catalán Quim Torra: si pierde la condición de diputado -por orden de la Junta Electoral y con el Tribunal Supremo- sí debería dejar de ser también presidente catalán.

En un primer momento, los letrados veían compatible el cargo presidencial con la pérdida del escaño. Pero en el pliego de alegaciones que ha enviado el equipo jurídico de la Cámara al Tribunal Supremo, se admite ahora que "la condición de diputado es, por tanto, requisito necesario para ser Presidente de la Generalidad y, a pesar de que la norma no lo diga expresamente, es posible interpretarla en el sentido que esta condición no solo actúa en el momento de la elección, sino que ha de mantenerse mientras se desarrolle el cargo. De hecho, esto es lo que demuestra la praxis institucional y parlamentaria seguida hasta ahora en el Parlamento catalán".

INVASIÓN DE COMPETENCIAS

El texto de los letrados pide al Supremo que acepte las medidas cautelares para dejar en suspenso la decisión de la JEC y del mismo Supremo de retirar a Torra su acta de parlamentario porque "que el derecho a la presunción de inocencia, junto con el de participación política, se encuentran especialmente en riesgo cuando se trata de aplicar una causa de inhabilitación para el ejercicio de cargo público que aún no ha sido confirmada por sentencia firme".

Los letrados alegan también que la sustitución de Torra por parte de la JEC es de "legalidad más que dudosa". Y acusan también a la JEC de vulnerar el terreno propio del Parlament: "el acuerdo de la Junta Electoral pone en riesgo esta premisa por adolecer de un vicio de incompetencia en perjuicio de las atribuciones que corresponden al Parlament y al derecho parlamentario en materia de incompatibilidades".

Este texto, pero, deberá aprobarse en el pleno de este miércoles antes de presentarse. A diferencia de otras ocasiones, el TC advirtió de que no bastaba con el informe con el plácet de la Mesa, sino que además debía recibir el apoyo mayoritario del hemiciclo para ser valorado. La cuestión es que esta votación podría volver a evidenciar el choque entre JxCat y ERC.