En la bronca carrera por el liderazgo del PSOE, que culminará en las primarias de mayo, Patxi López busca el término medio. Entre Pedro Sánchez, convertido ahora en el candidato que quieregirar el partido a la izquierda, y Susana Díaz, impulsora de latraumática abstención ante Mariano Rajoy, López se presenta como una vuelta al socialismo “de siempre”, el único capaz de evitar que la guerra orgánica continúe. Su proyecto político, resumido en un texto de 60 páginas, rezuma estas ideas. En él, López propone llegar a acuerdos con el PP, pero sin convertirse en su “muleta”.

“Los pactos con la derecha deben limitarse a las reglas del juego democrático, como la reforma de la Constitución; a la garantía de la convivencia, como la lucha contra el terrorismo, y a la proyección exterior de España”, señala el documento, titulado 'Más de 100 razones para unir al PSOE'.

Los límites son muy claros. Aun así, según su equipo no implican el rechazo a negociar con la derecha en el Congreso de los Diputados, algo que el PSOE ha llevado a cabo esta legislatura en materias como la subida del salario mínimo. “Cada ley es cada ley, unas se acuerdan y otras no, pero no hubiéramos dado el Gobierno a Rajoy. Sí podemos llegar a acuerdos de Estado, como siempre ha hecho el PSOE hasta que se ha roto esa costumbre con la abstención”, explica uno de los principales colaboradores de López.

IMPUESTOS Y LAICISMO

El proyecto del candidato, que en el 2009 fue nombrado lendakari gracias al PP (si bien Euskadi vivía entonces momentos excepcionales), discurre por una senda netamente socialdemócrata. La defensa del Estado del bienestar. El empleo de calidad como “prioridad”, algo que incluye la derogación de la reforma laboral. Avances en laicidad e igualdad de género. Regulación de los mercados. Más impuestos a “la riqueza”.

“El PSOE debe definir un proyecto propio, que no se refiera a otros para identificar su espacio”, argumenta el documento, que justo después alude sin citar a Díaz, cuyo paso al frente como candidata se presume inminente, y Sánchez, que defiende trabajar “codo con codo” con Podemos. “Los socialistas no nos definimos como la muleta que atempera la gestión dolorosa de la derecha, pero tampoco nos consideramos una minoría más en una suma confusa de minoríasde izquierda. (…) A los socialistas no nos corresponde recortar los recortes del PP ni recetar analgésicos para soportar mejor las políticas injustas. Pero tampoco podemos ser esa izquierda tan puramente destilada que resulta incapaz de generar confianzas mayoritarias”, continúa el texto.

LA UNIDAD, EL “PRIMER RETO”

En el apartado orgánico, López quiere ante todo recuperar la “unidad”, palabra sobre la que giran sus intervenciones. “El primer reto es unir al PSOE. Se trata de impedir el riesgo cierto de confrontación interna. Y no se une enfrentando a las bases con sus dirigentes ni exigiendo uniformidad a quienes piensan legítimamente distinto”, explica el proyecto del exlendakari, señalando de nuevo a Sánchez y a Díaz, por este orden. Como ha venido proponiendo el candidato en sus encuentros con las bases, el documento aboga por celebrar primarias a dos vueltas, consultar a las bases los pactos de gobierno y elaborar un “código” para que “la participación” de los militantes en las redes se base en “el respeto mutuo”.

En una campaña interna tan polarizada entre el exsecretario general y la presidenta de Andalucía, la cuestión es si hay espacio para López y sus mensajes de concordia. Sus colaboradores aseguran que lo hay. “Cada vez se nos acerca más gente y nos dice que no podemos seguir matándonos”, señalan.