El exámen de la fase 1 sigue generando reacciones encontradas. La Generalitat dejó por un día las críticas y mostró su satisfacción por que se aceptara su propuesta de desconfinamiento. Contrasta con la indignación de los gobiernos populares de Andalucía y Madrid y en el socialista de Valencia que, pese a rebajar el tono, volvió a expresar su malestar.

Casado acusó ayer a Sánchez de querer tapar su «negligencia» y «nefasta gestión» de la pandemia del coronavirus criticando al gobierno madrileño. El líder del PP salió en las redes en defensa de la Comunidad de Madrid, después de que el PSOE publicara un cartel en el que, junto a una imagen de una sanitaria, señalaba al Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso como «ejemplo de gestión ineficaz e irresponsable ante la crisis del covid». «No hay derecho», tuiteó la presidenta madrileña. Su número dos, Ignacio Aguado, clamó contra la decisión del Gobierno y señaló que «dejar pasar una semana más o dos» antes de entrar en la fase 1 tiene «seguramente consecuencias nefastas para miles de personas» que están «al borde del cierre».

Juan Marín, su homólogo andaluz, también atacó con dureza. «En todo momento hemos mantenido la lealtad con el Gobierno de España, pero muchas decisiones no han sido consultadas. En la gestión de la crisis, Sánchez ha impuesto sus políticas y eso no puede ser. Algunos tendrán que dar explicaciones», tuiteó. «Viendo las cifras de Granada y Málaga y las de otras comunidades uniprovinciales como Cantabria, hay un agravio comparativo», insistió el consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre. La consejera valenciana de Salud, Ana Barceló, rebajó un poco el tono del viernes aunque reclamó saber los «criterios» que se han atendido para que solo diez departamentos pasaran de fase. r. p.