Pablo Iglesias se veía ya como uno de los tres vicepresidentes que tendría el próximo Gobierno de coalición. Sin embargo, la noticia de que habrá una vicepresidencia más que quedará en manos de Teresa Ribera ha llegado por sorpresa a la sede de los morados y ha generado cierto malestar.

Aunque en Unidas Podemos se ha dictado un silencio absoluto sobre este asunto, es cierto que el nombramiento de Ribera no ha gustado, ni por el fondo, ni por las formas. Primero, el hecho de que durante las negociaciones, que han durado casi dos meses, no se haya puesto nunca encima de la mesa la posibilidad de que fueran cuatro las vicepresidencias es algo que ha sorprendido negativamente al secretario general de Podemos.

A esto, se suma que la imagen de Iglesias quedará diluída en el futuro Ejecutivo al haber otras tres vicepresidencias más lideradas, además de por Ribera, por Carmen Calvo y Nadia Calviño. Para más inri, Ribera tendrá competencias en Transición Ecológica y Reto Demográfico. Unas responsabilidades que chocan con las que ostentará el jefe de los morados como responsable de Derechos Sociales y de la Agenda 2030 -objetivos muy centrados en el cambio climático-.

No obstante, desde la formación de Iglesias ha sido el diputado Juantxo López Uralde el encargado de dar la visión oficial del partido al deser mucha suerte a Ribera. En un mensaje en Twitter ha asegurado que "la lucha contra la emergencia climática y la pérdida de biodiversidad es una prioridad que bien merece una vicepresidencia". "Su éxito en esta batalla, será el de todos", concluye.