El pasado mes de febrero el Tribunal Constitucional aceptó el recurso presentado por el Gobierno central contra las atribuciones de la Conselleria d'Afers Exteriors de la Generalitat. Para esquivar la suspensión decretada por el Constitucional, la Generalitat acordó la pasada semana cambiar el nombre de la 'conselleria' y el departamento que dirige Raül Romeva pasó a llamarseDepartament d'Afers i Relacions Institucionals i Exteriors i Transparència.

En esta línea, el alto cargo catalán redactó una carta el pasado mes de enero destinada al ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, en la que le mostraba interés por reunirse con él para "tratar asuntos de interés común y establecer mecanismos de colaboración".

La respuesta de Margallo también se ha manifestado en forma de misiva para recalcarle a Romeva que "Catalunya no tiene competencias en acción exterior del Estado". El ministro le solicita cautela y le asegura que es "aconsejable" esperar a que el Constitucional se pronuncie para sentarse juntos a hilar las relaciones entre este Ministerio y la Generalitat de Catalunya.

Pese a que Margallo garantiza "la plena continuidad" en la colaboración de Exteriores con Catalunya, le recuerda a Romeva que el Gobierno se ha visto "obligado" a presentar el recurso citándole que "la creación de una Consejería de Asuntos Exteriores se inscribe, según sus propias declaraciones, en la decisión de ir estableciendoestructuras de Estado; propósito que, como puede suponer, choca frontalmente con la legalidad española e internacional", firma la misiva el ministro de Exteriores.