El 'president' de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha recibido en el Palau de la Generalitat al 'expresident' Artur Mas y a las 'exconselleras' Irene Rigau y Joana Ortega, en una muestra más de apoyo a los tres acusados en el juicio del 9-N que este viernes ha quedado visto para sentencia. Tras la recepción institucional, Puigdemont y Mas han comparecido en rueda de prensa. El 'expresident' ha aprovechado para defender su estrategia de defensa frente a la tesis de la desobediencia de la CUP, que ha calificado de "postureo" y de hacer "el milhomes".

LA DISTANCIA RESPECTO A LA CUP

"Cada cual tiene su código de conducta y el de la CUP y el nuestro no es el mismo, hay diferencias muy grandes; pretender que todos deban actuar como supuestamente dicen que ha de actuar la CUP no es ninguna norma de conducta obligada, tenemos personalidad para actuar con nuestro criterio; ante el tribunal no hemos escondido nada, al revés hemos dicho claramente lo que hacía falta decir, con un estilo correcto, educado, este estilo que finalmente lleva a que sea gente de nuestro partido los que están en los tribunales en una causa penal, por tanto no es de presumir mucho, de hacer mucho postureo o el 'milhomes', pero sí de ser consecuentes hasta las últimas consecuencias", ha afirmado Mas en respuesta a la CUP.

Con todo, Mas ha afirmado que espera una sentencia absolutoria."No somos culpables, somos responsables de un montón de hechos políticos como no habían pasado en la historia de nuestro país", ha afirmado. Mas ha asegurado respecto a la estrategia de defensa que haber trazado una estrategia distinta -respecto a la desobediencia- hubiera sido mentir porque la ejecución del 9-N no fue solo un acto del Govern sino que los voluntarios fueron una pieza clave. "No nos hemos escondido de nada, no confundamos a la gnete, ahora bien, no hemos ido a mentir ni a prostituir el espíritu del 9-N, el real, que fue que la gente se movilizó, se autoorganizó en gran medida, puso proporcionalidad, compromiso y consiguió que fuera un enorme éxito de país".

CRÍTICAS A LA FISCALÍA

Por otra parte, Mas se ha extendido más que en su alegato final en el juicio -que el presidente del tribunal ha interrumpido- respecto a la actuación del fiscal del caso. "Que un fiscal -al que reconozco todo el mérito de su buena profesionalidad- en sede judicial en un juicio penal nos deba explicar que la fiscal general del Estado le recalcó que debía ser justo e imparcial es para ponerse las manos en la cabeza, esto no hace falta recordárselo, y cuando toda una fiscal general lo hace, ¿es que no siempre es así? Es para salir corriendo, lo que ha dicho en tono de justificación para que todo pareciera más agradable lo encuentro muy gordo", ha aseverado.

El 'expresident' también ha aprovechado para replicar al ministro de Justícia, Rafael Catalá, que calificó de "numerito" la movilización en defensa de los acusados el pasado lunes. "Eso no era un numerito, si algo era es exactamente lo contrario, era una secuencia más de la voluntad y compromiso de tanta gente de este país de hacernos saber que cuando actuamos y damos la cara y tiramos adelante, no estamos solos", ha replicado.

PUIGDEMONT: "EL GOBIERNO ESTÁ A TIEMPO"

Por su parte, Puigdemont ha lanzado de nuevo duras críticas al Gobierno del PP por su actitud en este juicio y respecto al proceso soberanista, pero le ha planteado que todavía está a tiempo "de rectificar". "El Gobierno español siempre está a tiempo de rectificar incluso en tiempo de descuento como estamos ahora, está a tiempo de rectificar y de entender que se ha de dialogar en una mesa política, no a través de fiscales y abogados". Sobre el juicio del 9-N, el 'president' ha afirmado que "esta semana se ha juzgado el éxito del 9-N; si un Estado ve como desafío que 2,3 millones de personas vayan a votar el problema lo tiene el Estado, no quien hace posible que vayan a votar".

En la recepción en Palau han participado también el 'exconseller' Francesc Homs -que será juzgado por el 9-N en el Supremo a partir del próximo día 27- la 'consellera' de Presidencia, Neus Munté, la esposa de Mas, Helena Rakosnik, así como el coordinador del 9-N, Joan Cañada -que ha participado como testigo en el juicio- entre otros cargos.