La exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría (Valladolid, 1971) es la que, entre los mejores posicionados en las primarias (Pablo Casado, María Dolores de Cospedal y ella misma), parte con menos ventaja respecto a los militantes.

Sus seis años en el Gobierno y su poca experiencia en actos del partido (algo que le afean algunos dirigentes) le han obligado a hacerse un máster por el territorio: los afiliados no la conocerán especialmente, pero sí todos los españoles, por lo que se presenta como la «mejor candidata» que puede «recuperar los votos de Ciudadanos» y ganar a Pedro Sánchez en las próximas elecciones. generales. De hecho, en casi todas sus intervenciones ha criticado al Gobierno socialista, para demostrar que puede ser una buena jefa de la oposición, que es lo que le espera al futuro presidente del PP. Y ella ya sabe lo que es estar enfrente del Ejecutivo, porque entre el 2008 y el 2011 fue la portavoz del grupo conservador en el Congreso.

Para buscar esa cercanía a la militancia, la exvicepresidenta ha utilizado el eslogan SoraYa, para que gane el PP, olvidando que varias veces se había quejado de que la gente se refiriera a ella por el nombre y no por el apellido.

Santamaría asegura que puede reconquistar a los electores que eligieron a Albert Rivera por el discurso que ella ha tenido «frente a la corrupción» y por su «experiencia» en el Gobierno.