Una de las medidas estrella del mandato de Pedro Sánchez ha sido intentar sacar a Francisco Franco del Valle de los Caídos. Un gesto simbólico que contrasta con la aversión de Mariano Rajoy a todos los temas de memoria histórica. «Yo no daría ni un solo euro del erario público a esos efectos», sentenció el expresidente en una entrevista en el 2008, un año después de aprobarse la norma. Al llegar a la Moncloa en el 2011, el entonces líder del PP cumplió su promesa y cerró el grifo de los recursos para la ley. Algo que puede volver a ocurrir si el PP regresa al poder a lomos de Vox.

Solo Camboya tiene más fosas comunes que España. Paco Etxeberria ha estado en muchas de las casi 400 exhumaciones que se han realizado desde el año 2000. Este forense preside la Sociedad de Ciencias Aranzadi, cuyo trabajo en los últimos 18 años ha situado al País Vasco como la comunidad que más ha apostado por la memoria histórica. Dirigió el proyecto que el Gobierno de Sánchez encargó. «En diciembre les presentamos 400 páginas para poner sobre un papel planes de intervención para saber si se trata de hacer 20 o 200 en los próximos cuatro o cinco años. Proponíamos, entre otras cosas, un solo censo de desaparecidos, un mapa de fosas y un repositorio de todos los perfiles genéticos. Me preocupa que pueda paralizar este plan si gobierna la derecha», reconoce Etxeberria.

Lo primero que reclamó Vox para dar su apoyo al gobierno andaluz fue exigir la derogación de la ley autonómica de memoria histórica. Uno de los diputados de la formación de ultraderecha, Benito Morillo Alejo, llegó a tildar de «buscadores de huesos» a los parlamentarios que piden recuperar la ley andaluza derrogada.

El Gobierno del PP había ignorado las 42 recomendaciones que le hizo la ONU en el 2014 para dignificar a los desaparecidos. Entre otras puntos, denunciaba la «privatización de las exhumaciones, que delega esa responsabilidad a las víctimas y asociaciones», la ley de Amnistía, la permanencia de símbolos de la dictadura y la necesidad de creación de una comisión de la verdad para tener, por ejemplo, datos públicos sobre el número de desaparecidos que siguen en las cunetas. Ahora Etxebarria expresa la «incertidumbre espantosa» de que los comicios del 28-A provoquen un parón.