Miles de personas, en buena parte llegadas desde diversos puntos de Cataluña además del conjunto de las 'Terres de l’Ebre', están convirtiendo Amposta en una marea azul. LaPlataforma en Defensa del Ebro ha conseguido trasladar al resto de la región la idea base de que un problema del Ebro lo es de todos los catalanes, y así se ha fraguado una manifestación sin precedentes contra el plan hidrológico de la cuenca que ha empezado ya a desfilar por las calles de la capital del Montsià. El Ebro, acostumbrado durante la primera mitad de la década pasada a protestar contra el macrotrasvase planeado por el gobierno de Aznar, vuelve a la lucha contra “en defensa propia”, afirmaba uno de los manifestantes antes de empezar la marcha.