El expresidente del Palau de la Musica, Félix Millet, y su mano derecha, Jordi Montull, ingresaron ayer en la cárcel de Brians 1, ubicada en la localidad barcelonesa de Sant Esteve de Sesrovires, por orden del tribunal de la Sección 10 de la Audiencia de Barcelona que el 15 de enero les condenó en el marco del llamado caso Palau. Los magistrados decidieron enviarlos de forma inmediata a la prisión, tal y como solicitó en una vistilla la fiscala anticorrupción Marta Marquina, ante el riesgo de que se fuguen de la justicia.

Los que fueron máximos representantes del auditorio barcelonés abandonaron la Audiencia de Barcelona en ambulancia pasadas las cinco y media de la tarde para dirigirse a Brians 1. Fue la primera vez que pisaban la cárcel por el saqueo del Palau de la Música y la intermediación en el pago de comisiones de Ferrovial por, al menos, 6,6 millones de euros a Convergència Democràtica (CDC). En junio del 2010 estuvieron 13 días entre rejas, pero por otro proceso, el del frustrado hotel de lujo que planeaban construir y por el que el Tribunal Supremo les absolvió.

CAUTELARES PARA LA HIJA / El mismo tribunal que acordó ayer la prisión provisional, condenó a Millet a nueve años y ocho meses de cárcel y a Montull a siete años y seis meses. Los magistrados consideran que atendiendo estas penas existe un «evidente riesgo de fuga». A su entender, ni su avanzada edad, ni su estado de salud (Millet -82 años- va en sillas de rueda y Montull -75 años- padece una dolencia cardíaca) pueden ser valoradas para acordar su ingreso en prisión de forma provisional y durante el tiempo en que el Supremo tarde en resolver los recursos contra la sentencia.

La fiscalía también reclamó en esta vistilla medidas cautelares para la exdirectora financiera del Palau, Gemma Montull, condenada a cuatro años y seis meses de cárcel, y para el extesorero de CDC, Daniel Osàcar, penado con cuatro años y cinco meses de prisión. En concreto, solicitó la retirada del pasaporte, la prohibición de salir de España y comparecencias periódicas en el juzgado. El tribunal atendió también esta petición. En el auto de Gemma Montull, que ya depositó una fianza de 500.000 euros, indica que el riesgo de fuga no es muy alto. En cuanto a Osàcar, de 82 años destaca que el pasaporte lo tiene retirado en otra causa (la instruida en El Vendrell por el pago de comisiones del 3% a CDC).

Los magistrados destacan que la situación procesal de Millet y Montull ha cambiado al haberse dictado sentencia condenatoria y que atendiendo a las elevadas penas de cárcel impuestas, su libertad «propiciaría y vendría acompañada de una alta probabilidad de riesgo de fuga». Esta hipótesis, a su entender, no resulta «irrazonable, ilógica o arbitraria». No se puede, insisten, descartar su huida, porque los exdirectivos del Palau saben que su tesis exculpatorias y su alegato de inocencia «no ha merecido la confianza» del juez, de la fiscalía, ni del tribunal.

HIJAS EN EL EXTRAnJERO / Respecto a Millet, los jueces argumentan que el riesgo de fuga no disminuye por el hecho que tenga un hijo con minusvalía psíquica, «pues no parece el mismo dependa de sus cuidados». En cambio, sí consideran importante que dos de sus hijas vivan en extranjero, las cuales «podría facilitar la huida». La resolución sostiene, además, que las cantidades y propiedades embargadas no cubren las responsabilidades civiles y las multas impuestas y que parte del patrimonio de Millet fue localizado fuera de España, «por lo que no se descarta que dispongan de otros bienes o dinero en el extranjero». Los jueces detallan también que existe riesgo de fuga en el caso de Montull, que tampoco alcanzan los bienes que tiene embargados para las saldar las indemnizaciones y las multas y que «no se ha podido localizar ninguna cuenta bancaria» donde podría «haber ocultado las altas cantidades de las que se apropió». El abogado de Millet, Abraham Castro, negó la hipótesis de la fuga: «Como no le ponga un turbo a la silla de ruedas, no sé dónde va a ir» dijo. «Ha estado nueve años sin fugarse», espetó. El letrado Jorge Navarro, que defiende a Jordi Montull, utilizó argumentos similares.