La alta siniestralidad que cada vez más amenaza las vidas de los ciclistas en las carreteras españoles se explica con solo echar un vistazo al informe ‘Hábitos de conducción en España'. Más de la mitad de los conductores, el 51%, reconoce que no respeta la distancia de seguridad de 1,5 metros con los vehículos de las dos ruedas.

Pese a que el 56% de los conductores españoles ha declarado que considera que no respetar la distancia de seguridad al adelantar un ciclista es muy peligroso, más de la mitad de ellos lo hacen y, además, un 44% reconoce que alguna vez ha invadido el carril bici. Sólo en la primera mitad de 2017, una veintena de ciclistas han perdido la vida en las carreteras españolas.

EL 25% LEE MENSAJES AL VOLANTE

El estudio, elaborado por el Centro de Estudios Ponle Freno-AXA en base a 3.000 entrevistas, muestra tambíen un alto nivel de tolerancia respecto a otros comportamientos de riesgo, especialmente vinculados a las nuevas tecologías. Así, el 25% de los conductores habla por teléfono sin manos libres, la misma proporción que declara leer mensajes cuando conduce, mientras que un 18% admite que los envía. Además, un 35% de la población conductora española manipula el navegador mientras conduce.

El 50% de los conductores declara tambien que alguna vez ha conducido tras haber bebido algo de alcohol y un 14% lo hace con cierta frecuencia, a pesar de que un 69% de los conductores lo considera una práctica muy peligrosa, solo por detrás de conducir tras haber consumido drogas.

De acuerdo a este estudio, se observa, además, ciertodesconocimiento del límite legal de alcohol en aire permitido: solo 4 de cada 10 conductores conoce dicho límite (0,25 mg/l de aire) aunque el mismo número de conductores cree que la ley es más restrictiva y menciona límites inferiores (0,10 g/l el 10% y 0,15g/l el 21%) o incluso cero.

En lo relativo a la conducción tras el consumo de drogas, un 79% de los conductores lo considera una práctica muy peligrosa, pero aun así, encontramos que un 24% declara que en alguna ocasión ha conducido después de haber consumido drogas, y un 13% lo realiza con cierta frecuencia.