José Montilla tenía este viernes que tomar una complicada decisión. ‘President’ de la Generalitat entre el 2006 y el 2010, el ahora senador debía elegir entre seguir la disciplina de su grupo, el socialista, y apoyar el artículo 155 de la Constitución para suspender las competencias de Catalunya; o bien desacatar la orden y votar en contra. También podía obstenerse. Pero Montilla ha optado por una cuarta opción: ausentarse del pleno de la Cámara alta para evitar posicionarse sobre la intervención de la autonomía y la destitución de todo el Govern.

El exlíder de los socialistas catalanes, en consonancia con su carácter, había guardado silencio durante toda esta semana sobre lo qué iba a hacer. Ni siquiera lo sabían sus más cercanos compañeros de bancada, entre los que se encuentran otros tres expresidentes autonómicos: el valenciano Joan Lerma, el aragonés Marcelino Iglesias y el balear Francesc Antich.

El pasado martes, durante su intervención en el Parlament, el senador por designación autonómica tampoco avanzó nada. En su lugar, trasladó la visión del PSC sobre esta crisis: críticas al Gobierno central y al Govern, rechazo a la independencia unilateral y a la suspensión del autogobierno y reclamación de diálogo