Será la próxima semana, el jueves 15 de diciembre, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy pase en el Congreso uno de esos exámenes a los que se va a tener que enfrentar con frecuencia y de los que puede depender su continuidad. Se someterá a votación el techo de gasto -primer paso obligatorio para poder tener a medio plazo nuevos Presupuestos- y el paquete de medidas urgentes que se remite a Bruselas, entre las que se encuentra una subida del salario mínimo interprofesional (por presión de los socialistas) y de impuestos especiales y de sociedades.

Los populares tienen seguro el aprobado porque el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se ha trabajado la complicidad de los 84 diputados del PSOE, lo que le garantizará una holgada mayoría ese día en la Cámara, de esas que él confiesa preferir frente a la acumulación de votos “marginales” de muchos grupos parlamentarios.

En todo caso, Ciudadanos también ha anunciado tras una conversación el pasado domingo entre Rajoy y Albert Rivera, que terminó con un acuerdo de gasto social de 3.840 millones, que respaldará los acuerdos sobre el techo pero se limitará a la abstención con las medidas de tipo fiscal. El Ejecutivo cuenta también con que obtendrá un espaldarazo de Coalición Canaria e, incluso, del PNV.

CALENDARIO NEGOCIADOR

Si se confirma finalmente en esa votación un primer acercamiento de los nacionalistas vascos al Gobierno, como dicen esperar los conservadores, el gesto tendrá inevitables lecturas sobre lo que puede suceder en la inminente negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el 2017. De hecho, este jueves, en una entrevista con la agencia EFE, el líder del PNV, Andoni Ortuzar, explicó que Rajoy ha asumido el liderazgo de las conversaciones presupuestarias y que le ha telefoneado en más de una ocasión.

Pero el departamento de Montoro ya está calentando motores para abrir oficialmente el capítulo de conversaciones sobre las cuentas públicas y lo hará, según explicaron fuentes gubernamentales, en cuanto haya pasado ese examen parlamentario del jueves sobre el techo de gasto. Y sin perder de vista esta vez a C’s y al PNV y tocando de vez en cuando, aun sin demasiada esperanza, la puerta de los socialistas.

EN BUSCA DEL VOTO CANARIO

El PSOE insiste en que una cosa es haber alcanzado un acuerdo preliminar para abrir el camino a los Presupuestos, haciendo gala de ser “oposición útil” que logra contrapartidas como la que atañe a la revalorización del salario mínimo, y otra diferente aceptar pactarlos. La dirección socialista apunta que sus planes pasan por responder con una enmienda a la totalidad ante el proyecto que termine presentando el Gobierno, como ha ocurrido siempre, y que en todo caso podría sopesar si en el trámite parlamentario final cabe la posibilidad de acordar enmiendas parciales, a fin de introducir cuestiones sociales que llevaban en su programa.

En el Ejecutivo prefieren no dar nada por cerrado e insisten en que buscarán al PSOE, como ya hicieron con el techo del gasto y las medidas urgentes. Sin embargo, tampoco ocultan los populares que pondrán ahora mayor énfasis en atraer a Ciudadanos y sus 32 diputados -con los que han tenido asperezas en las pasadas semanas por primar la negociación con los socialistas- y sobre todo al PNV, con cinco escaños que pueden resultar cruciales.

Todo cuenta para intentar superar los exámenes venideros. Valga como ejemplo que el Ministerio de Hacienda ya se ha comprometido este martes con el presidente de Canarias, Fernando Clavijo (a la sazón líder de Coalición Canaria, con un parlamentario en el Congreso) a desvincular en la próxima reforma del modelo de financiación el régimen económico fiscal de las islas del modelo general. Eso supondrá a los canarios 400 millones de euros más al año, al permitirle acceder al fondo de competitividad. La medida, además, puede suponer de paso un estímulo para tratar también de captar con algún esfuerzo más al diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo.

“DESHIELO” CON LOS NACIONALISTAS

Con el PNV ha comenzado el “deshielo”, como ha confirmado Ortuzar con esas conversaciones directas con Rajoy, aunque otros dirigentes como el portavoz nacionalista en el Congreso, Aitor Esteban, avisan de que no será fácil superar la “glaciación” provocada a su entender en la legislatura en la que el PP gozó de mayoría absoluta. Ortuzar considera que, antes incluso de negociar las cuentas, el PNV quiere que los conservadores "reconozcan" la diferencia de la sociedad vasca, asumiendo que durante la legislatura hay que hablar de la reforma del autogobierno, aunque no la compartan, y acabar con los recursos "automáticos" contra toda legislación vasca.

La vicepresidenta y responsable de Asuntos Territoriales, Soraya Sáenz de Santamaría (que mantiene hilo directo con todos los grupos parlamentarios, como el secretario de Estado José Luis Ayllón, que ha trasladado su despacho de la Moncloa al Parlamento esta legislatura), asegura que tiene intención de rebajar el nivel de litigios con las autonomías, también con Euskadi, en los próximos meses.

El pasado lunes hubo una reunión en el Ministerio de Hacienda entre el ministro Montoro y el consejero de Economía de Euskadi, Pedro Azpiazu, en la que además de sobre recursos se habló de revisar el cupo vasco, de posibles nuevas inversiones, del AVE y de la polémica ‘Y’ vasca, entre otros asuntos. Si no fue el primer paso en la negociación de los Presupuestos, como aseguran los peneuvistas, lo pareció.