Las cuatro jornadas de altercados que se han vivido en Barcelona han seguido un patrón de violencia en escalada, según fuentes de la cúpula de los Mossos d'Esquadra. El nivel alcanzado preocupa a los responsables de la policía catalana, que consideran que la agresividad que los manifestantes muestran contra los agentes no tienen "precedentes". Tampoco en España, según constatan el resto de mandos del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil, presentes en el CECOR, el centro desde el que se coordinan todos los dispositivos de contención de las algarabías que se multiplican en el territorio catalán desde la dura sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes del 'procés'. Siga las últimas noticias de Cataluña, en directo

Solo durante la cuarta jornada de protestas virulentas en Barcelona, los antidisturbios de la Brigada Móvil dispararon más de 500 proyectiles de foam. La inmensa mayoría de los cuales para repeler el avance, con escudos hechos de mobiliario urbano como maceteros y sombrillas, de centenares de manifestantes que pretendían llegar desde el Paseo de Gracia, y por la calle de Valencia, hasta la Delegación del Gobierno español.

La cifra de manifestantes que busca el contacto con la policía aumenta de un día a otro, según estas fuentes. Usan ropa táctica, protecciones como casco y gafas de jardinería o escudos. También lanzan petardos y cohetes de pirotecnia, además de lo que encuentren por el camino, como contenedores de botellas de cristal o piedras que logran al destrozar las aceras.

CÓCTELES MOLOTOV Y ÁCIDO

Dos cosas han llamado especialmente la atención a los policías en el abanico de agresiones sufridas por los agentes. La primera es que se han lanzado cócteles molotov, no solo en Barcelona sino también en Gerona, un explosivo casero impensable en asonadas anteriores. La segunda es que algunos agentes fueron rociados con un líquido abrasante en la capital catalana. Detalles que muestran hasta qué punto, a ojos de los Mossos, se ha recrudecido el enfrentamiento con los policías, con quienes buscan "el cuerpo a cuerpo". Una actitud que hasta la fecha no se había producido y frente a la cual los proyectiles de foam de las lanzadoras tienen una capacidad disuasoria limitada. Y las pelotas de goma están prohibidas por el Paralmente. Una restricción que nadie va a incumplir.

Protagonizan los ataques manifestantes muy jóvenes, catalanes y sin antecedentes penales, tal como avanzó este diario. Entre estos, según los Mossos, los enfrentamientos violentos contra los policías se han convertido para muchos en una actividad emocionante a la que se suman más desde la euforia y la inconsciencia que desde la convicción política. Ayer jueves, sin ir más lejos, la estrategia seguida por los Mossos consistió en dejarlos durante una hora y media sin oposición en la calle de Balmes. Ardieron numerosos contenedores y destrozaron una oficina de CaixaBank. Los agentes ni se acercaron. Finalmente, sobre las once de la noche, los manifestantes decidieron ir al choque contra los policías buscando los cordones policiales ubicados para proteger la Delegación del Gobierno español, objetivo predilecto de las protestas.

PRESENCIA ANARQUISTAS BREGADOS

Los agentes de Información y de Investigación de los Mossos han identificado ya a miembros de colectivos anarquistas, bregados en protestas antisistema, que se han acercado por los altercados. Hasta la fecha, estas personas, de nacionalidad española pero también italiana, griega o francesa, residen en Cataluña. Pero el temor existente es que la permanencia del calendario de caos nocturno acabe atrayendo a colectivos extranjeros hasta Barcelona, algo que complicaría todavía más el contexto actual.